Capitulo 1

41 1 0
                                    

1

Ronnie se miraba al espejo sin alguna sonrisa en su rostro. No había emoción, no lo hubo ni siquiera cuando camino del brazo de su padre por el altar para llegar hacia Harry Styles, quien desde hace un año se había convertido en su marido o como ella lo llamaba, su secuestrador.

Esa era la manera en la que se sentía. Era una mujer que no podía gozar de su libertad como cualquier otra. Su vida que antes era total felicidad, ahora se había convertido en una pesadilla de la cual sabía que no podía salir. Lo había intentado hasta el cansancio, demostrándole a Harry en todo momento que no quería estar con él, que lo aborrecía y que jamás seria feliz. Pero a él parecía no importarle en lo más mínimo, la veía tan solo como su trofeo y quizás hasta un gran reto en su vida, que se enamorara de su verdugo.

—Te espera abajo, ya empiezan a llegar los invitados—Natalie, la hermana mayor de Ronnie la tomo de los hombros—Otra noche mas para fingir que eres feliz

—¿Por qué yo, Nat? ¿Por qué? —suspiro con un nudo en la garganta—No tienes idea de cuanto lo odio

—Yo también me pregunto a diario ¿Por qué no yo?. Quizás hubiera soportado mejor que tu todo esto

—Es un infierno, ni tú lo soportarías—limpio sus lágrimas, y tras checar que todo estuviera en orden con su maquillaje y vestuario, se encamino hacia la sala

—Aquí viene mi hermosa mujer, tan divina como siempre—Harry Styles se encontraba esperándola al final de la escalera con una gran sonrisa en el rostro. Misma que a Ronnie le daba asco. Sabia que era solamente para demostrarle a los demás que su mujer era hermosa, que no había nada que los poderosos Styles no pudieran conseguir. —¿No creen que es perfecta? —le beso la mejilla

Ronnie tan solo pudo fingir una sonrisa, ya se estaba haciendo común en ella.

—¿Cuándo terminara todo esto? —murmuro con una sonrisa hacia los invitados quienes pasaban a su lado y le mostraban respeto—Ya me cansé de ser tu accesorio

—Terminara cuando yo lo diga. Aun no me canso de ti, así que cállate—le apretó el brazo, por lo que prefirió mantener la boca cerrada

Desde que se casaron las noches de los miércoles, viernes y sábados eran los mismos. Ella arreglándose de lo más formal, así como sensual para poder salir a lucir una sonrisa perfecta hacia los demás, demostrándoles que su vida era feliz a lado de Harry. Entre sus funciones como esposa también estaba el tener que pensar en los platillos que se servirían para la cena entre los socios y sus amantes. Mismas con las que tendría que llevarse bien. En alguna que otra ocasión ser mas amable con uno que otro socio para que Harry lograra siempre ganar.

Ya estaba fastidiada de siempre tener que ser servicial ante todos.

—Cambia esa carita, preciosa—le murmuro al oído

—Entonces deja de ser tan descaro—enarco una ceja

—No sé de qué me hablas—negó sin darle importancia

—De que soy tu esposa, y por lo menos en mi presencia no tendrías que estar coqueteando con las putas de tus socios

—Tu no me das lo que te pido, amor. Tengo que buscarlo en otra parte—sonrió burlón para después retirarse.

Y es que, desde que se casaron no han tenido intimidad alguna. Podrán compartir la misma habitación y hasta la misma cama, pero Ronnie jamás ha querido acostarse con su secuestrador ni lo haría, eso lo tenia muy en claro.

Al menos Harry dentro de lo que cabía era un caballero, porque jamás la ha forzado a hacer algo que ella no quisiera. Eso no justificaba que fuera un imbécil.

Stockholm SyndromeWhere stories live. Discover now