El Ogro (one-shot)

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Media: Soy Yo, se lo dedico a los admin del grupo Hitorijime My Hero \"-"/ 801 uWu, quiéranme como soy.  Ser fantasma no es pecado, es mi preferencia.

  Ser fantasma no es pecado, es mi preferencia

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El Ogro

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25 de septiembre de 2018

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Masahiro apretó entre sus manos la espada, viendo como uno a uno sus compañeros iban cayendo a manos de ese demonio ogro. Las órdenes habían sido claras y aunque él no tenía mucha experiencia luchando, no le quedaba otro remedio que hacerlo. Todo su cuerpo temblaba y apenas atinaba a moverse para quitarse de en medio cuando alguno de sus compañeros se lanzaba contra aquel temible ser. De forma irremediable llegó su turno.

Casi todos sus compañeros estaban tirados, la mayoría inconscientes a causa de la destreza de aquel ogro que sonreía cruelmente al verlos derrotados.

De pronto, el ogro lo señaló con su espada y sus piernas temblaron al verlo sonreír. Tenía el cabello negro alborotado, una mirada color acero oscuro y un par de pequeños cuernos que sobresalían tímidamente de su cabeza.

El ogro se lanzó en su contra y él sujetó la espada con fuerza, aunque su cuerpo temblara, esperando un golpe que nunca llegó. El suave susurro cerca de su oído lo hizo estremecer de una forma diferente.

—Baja tu espada y sígueme.

Abrió los ojos con un jadeo de sorpresa, apenas un pequeño gemido y el ogro se relamió los labios. Tartamudeó intentando negarse, pero no tenía palabras para hacerlo.

—Sé mío y les perdonaré la vida a todos.

Jadeó, esta vez de bochorno, mirando a todos lados, temblando horrorizado. Ahora notaba que sus compañeros no estaban muertos, tan solo aturdidos. El ogro estaba tan cera suyo que apenas podía pensar, la espada levantada contra la suya, aunque él apenas ofreciera resistencia.

—¿Q-qué?

—Sé mi esposa y los perdonaré a todos —el ogro se tomó la libertad de acariciar sus cabellos mal cortados y Masahiro bajó la espada mientras su mente era todo un caos. —Eres tan lindo —escuchó que le decía.

Dejó caer su arma y dio un paso atrás. El ogro bajó la suya, pero no lo dejó ir. Uno de sus compañeros, el líder, arremetió una última vez contra el monstruo y fue lanzado lejos, rodando por la tierra. Al ver aquello supo que podía matarlos si quería. Sus ojos verdes se quedaron fijos en los del monstruo hasta que finalmente, tomó la decisión de sacrificarse por los demás.

Asintió quedamente y bajó la cabeza. El ogro lo sujetó de la cintura, pegándolo a su cuerpo antes de desaparecer.

Reaparecieron en los dominios del ogro, la tierra de los espíritus. Una hermosa y espaciosa casa llena de sirvientes los recibió. Masahiro se sujetó de las ropas del ogro por instinto haciendo que el monstruo sonriera. —Mi nombre es Kousuke. Tú has aceptado ser mi esposa, así que, desde este momento, serás mi prometido, Masahiro.

—¿C-cómo s-sabes mi nombre?

—Eso no importa. Lo que importa es que finalmente eres mío, Masahiro. Nadie podrá hacerte daño nunca más.

Y el ogro se inclinó para darle un beso en la frente que le arrancó otro pequeño gemido de sorpresa al sentirse envuelto, por primera vez, en un suave abrazo.

Y el ogro se inclinó para darle un beso en la frente que le arrancó otro pequeño gemido de sorpresa al sentirse envuelto, por primera vez, en un suave abrazo

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Fin

El OgroWhere stories live. Discover now