Capitulo 2.

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Chapter 2: La chica mágica, la Loli y los pechos




En los cielos en cierta habitación se podía escuchar una melodiosa y angelical voz.

"Hhmm~" "hmmh~"

Su voz era simplemente un placer para los oídos, escucharla podía derretir cualquier corazón y arrullar a un bebe hasta dormirlo.

La dueña de la voz era una mujer alta de unos muy enormes pechos, su cabello era de un color tan dorado que el oro parecía basura si se comparara a el pelo de esta mujer, tenía caderas bien definidas y también piernas que eran sencillamente hermosas, su piel era clara y sin ningún tipo de imperfección sus ojos eran de un color verde claro y llenos de inocencia. Llevaba un puesto un vestido blanco de una pieza que estaba conectado con collar dorado, además de un escote que dejaba poco a la imaginación.

Ella era Gabriel un seraph y uno de lo más fuertes luchadores del cielo.

Gabriel se encontraba felizmente tejiendo un muñeco, esto lo había echo ya cientos si no es que miles de veces, pero a ella no le importaba cuantas veces lo hacia, ella no se aburría, no se molestaba, solo había puro e innegable amor haciendo estos muñecos, cada vez que ella tejía Gabriel lo hacia con la misma hermosa sonrisa como cuando empezó a tejer su primer muñeco, a Gabriel le encantaba hacer muñecos, almohadas, sabanas, Todo tipo de cosas que se podrían crear tejiendo, pero no le gustaba tejer cualquier cosa.. Era algo que Gabriel amaba con todo su corazón.

"Hihihihi~" por fin termino de tejer la última línea color negro en la mejilla de su última creación. Gabriel paso uno de sus delicados dedos sobre una de la líneas negras que parecían bigotes en el muñeco, después Gabriel tomo el muñeco y lo abrazo con todas sus fuerzas soltando una muy linda risita mientras lo hacía.

Knock* knock*

Por unos muy breves momentos el angelical rostro de Gabriel se trasformo en uno de completa molestia e irritación, pero tal como apareció desapareció y su rostro regreso a su hermosa normalidad.

"Siii~" Gabriel respondió a quien había perturbado la tranquilidad de su santuario.

"Gabriel-sama, Michael-sama quiere verla, Michael-sama dice que es urgente" una voz varonil respondió del otro lado de la puerta.

"Kay~ dile a Michael-oniisama que voy enseguida" Gabriel respondió jovial "muchas gracias por avisarme"

Del otro lado de la puerta el joven ángel sonrío, Gabriel era el ángel más amable que había en Todo el cielo. "Es mi placer Gabriel-sama" y se retiró a informar a Michael.

Gabriel se levanto de la cama, soltando un muy ligero y casi imperceptible suspiro lleno de irritación, Gabriel puso su nuevo muñeco en su cama con Todo el cuidado del mundo, luego se dirigió a la puerta y salió de la habitación, Gabriel se dirigió rápidamente hacia a la sala principal, ella quería terminar tan rápido como sea posible para poder regresar a la tranquilidad de su santuario, no sin antes poner una barrera en la puerta de su habitación para evitar que alguien entrará, no que alguien intentará algo tan estupido como tratar de entrar en la habitación de un Seraph, mucho menos en el cielo, nadie quería quería tomar un baño de fuego hasta quedar totalmente purificado.

Dirigiéndose hasta donde esta su oniisama Gabriel podía sentir que varias miradas se posaban sobre ella, normalmente esto no le molestaría a la Seraph, desde que nació Gabriel podía sentir miradas llenas de lujuria de humanos, devils, Ángeles caídos y hasta de otros Ángeles, Gabriel estaba tan acostumbrada a esto que simplemente ya no le importaba, pero ya no mas, derrepente y sin razón a Gabriel le comenzó a molestar esas miradas, incluso hubo una vez donde le pidió amablemente a una ángel que la dejara de ver con lujuria, Todo el cielo quedó completamente sorprendido, nadie creyó nunca que A Gabriel le comenzarán a molestar esas miradas, la ángel cayó de la gracia poco tiempo después.

El sol de Diez ColasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora