BAD LOVE

Popular

Bella > >

La preparatoria estaba enloquecida muchos diciendo cosas de mi a través de susurros y nunca pensé decir esto pero eso me gustaba. Literalmente me había vuelto más popular en la preparatoria le había ganado a Aylin la zorra. La verdad esto era demasiado divertido ver cómo Aylin estaba rabiosa por ya no ser el centro de atención. Claro solo no aceptaba las peticiones de "¿Me puedes dar tu número?" "¿Podemos ser amigos?" "¿No quieres divertirte un rato linda?" "¿Quieres salir alguna vez?" Sinceramente no contestaba a esa preguntas pero me divertía pasar por los pasillos y guiñarles el ojo a algunos chicos muchos termina sonrojándose y otros solo me ven con lujuria.

Ahora estaba viendo mi armario como desde hace media hora y lo más raro es que jamás me habías importado en verme tan bien en el colegio.

Me estaba empezando a gustar vestirme como normalmente lo hago. Sonreí después de estar lista. Me veía muy bien.

[...]

Entre al colegio me sentí como una reina hasta que ...

Pasando por los pasillos y ahora venía el arrepentimiento, miradas lujuriosas de medio mundo. ¿Porque rayos le hago caso a la voz dentro de mi cabeza?
Si de hecho ni yo entendía porque no les daba un puñetazo en la cara... ¡ah cierto! En parte es mi culpa por ponerme esta ropa.

[...]

Ya llevaba la primera hora y ese tal Plisetsky no aparecía ¿Porque me importaba? Bueno el profesor asignó un proyecto en parejas y me tocó con Plisetsky ¿Porque me tocó con el? Bueno pues por sus grandes calificaciones —nótese el sarcasmo—.

— Profesor perdón por llegar tarde ¿Puedo pasar?

— Debería llegar más temprano a mi clase si no quiere tener un gran cero, Pase.

— Gracias.

Plisetsky se sentó a lado de mi y me quedó viendo.

— Te ves sexy.

— Lo se .

Sinceramente el estaba esperando que me molestar y sacara un <<cállate>> o algo así pero no lo haría

— Bueno ¿Hay alguna tarea?

— Aún no pero si hay que hacer un proyecto y no sabes cual por llegar tarde idiota.

— ¡Oye!

— PLISETSKY GUARDE SILENCIO O SI NO LO SACARE DE MI CLASE — anunció el profesor con molestia.

— Lo siento profesor — contestó.

— Eso es Plisetsky guarda silencio — dije imitando la voz del profesor y recibir la mirada de molestia por su parte.

— Uy que humor — dije de forma burlona.

— Presta atención Maddox .

— Okey abuelo amargado — dije inocentemente.

[...]

Estaba caminando directo a mi casa con la compañía de Plisetsky el cual solo decía tonterías que me sacaban sonrisas y alguna risitas cargadas de diversión.

— Para! Para — dije con la poca voz que tenía— deja de hacerme reír.

— Al menos te hago reír.

Me empecé a calmar y lo vi por un rato.

— Quiero saber porque quieres ser mi amigo.

Voltee a verlo a los ojos, dicen que ver los ojos de las personas pueden decirte cosas.

— ¿Te digo algo? —su mirada y la mía se conectaron quedándonos estáticos.

— Dime.

— Me gusta tu forma de ser, tus ideales son diferentes eso me gusta, tu forma de pensar es interesante lo que me lleva a querer saber más de ti.

— Parece que enserio quieres ser mi amigo — dije divertida.

— ¿ Te han dicho que ere ala indicada en arruinar momentos ?

Reí.

— Nop, pero lo tendré en mente.

— Debemos llegar a tu casa para seguir con las clases.

— Apurémonos.

[...]

— Terminamos pero ¿entendiste lo que expliqué? ¿Cierto? — formule la pregunta con mis ojos clavados en los suyos.

— Tranquila si piensas que no te entiendo, si te entiendo — formo una sonrisa.

— Ah que bueno. ¿Quieres un vaso de agua? Siento mis malos modales — reí apenada— no te he servido una vaso de agua.

— Claro.

Fui a la cocina a sacar unos vasos de uno de los estantes y luego abrí la nevera y sacar agua y luego servirla en unos vasos. Fui caminando con los vasos y cuando puse un pie incorrectamente la alfombra se movió ocasionado que se me cayeran los vasos y yo cerrara los ojos fuertemente esperando un golpe el cual no sucedió.

— Oh ¿que pas... — su brazo estaba sosteniendo mi cintura y una de sus manos tomaba mis manos pegándome a su pecho. Nuestras narices rozando mientras sentía su aliento algo agitado en mis mejillas y mi corazón latía muy fuerte. Mis mejillas rojas y su mirada en mi labios mientras mi mirada estaba clavada en sus brillantes ojos negros tan penetrantes.

La distancia de nuestros labios se acortó sintiendo en sabor de sus labios mientras lágrimas caían por mis mejillas. Lo empuje alejándolo de mi anatomía.

— ¿ Que te pa ...

— Vete — dije con mis lágrimas en mi rostro.

— Pero ¿que tie... — intentó acercarse.

— Solo vete — dije con un hilo de voz mientras lágrimas caían más fuerte.

Tomo sus cosas mientras me sostenía fuerte a la mesa viendo de soslayo como la puerta de cerraba, mis fuerzas se fueron y me desplomé de rodillas en el piso llorando.