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Enero 3."Un final de mes muy frio"

Lunes 20 de enero. Me despierto en mi casa junto a Ismael que hoy empieza a trabajar como auxiliar de vuelo en la compañía Air Europa. Le despierto con un desayuno en la cama compuesto de bacon, salchichas, huevos fritos y un zumo de naranja natural. El trayecto en el que trabajará será Bilbao - Baku. En Baku (Azerbaiyán) vive desde hace cinco años una amiga mía, Encarna que se casó con un azerí llamado Adil que conoció en Bilbao y ahora tienen una hija juntos, Julia.

Ismael esta nervioso por el vuelo. El vuelo sale a las 14:30 y su avión será un Airbus A350.

A la hora de comer le entregó un regalo a Ismael para que se lo entregue a Encarna que estará esperando en el aeropuerto de Baku. El 12 de febrero, Julia, la hija de Encarna cumple tres años y he decidido regalarle una tablet junior super liviana y construida completamente de grafeno, un material muy resistente que está a prueba de niños.

El grafeno es el petróleo de la nueva década, o por lo menos eso dicen los expertos. Coches, aviones, smartphones y demás se empiezan a construir con este material. La mayor empresa de producción de grafeno se encuentra en San Sebastián, lo que ha dado mucha riqueza al País Vasco.

Acompaño a Ismael al aeropuerto de Bilbao, va guapísimo vestido de Auxiliar de vuelo. Me despido de él y vuelvo a casa.

A la tarde noche recibí la llamada de Ismael, ha llegado a Baku y esta con Encarna y Julia. Ismael me pasa con Encarna.

-Hola Encarna, ¿que tal la vida por Baku?

-Se puede decir que bien, pero el estado se está endeudando, el petróleo está desapareciendo y estamos apunto de entrar en una crisis que parece ser bastante fuerte.

-¿Que tal Julia y Adil?

-Julia esta muy bien está aprendiendo Castellano y Euskera; y Adil esta como siempre.

-Me alegro. Bueno te dejo, agur.

-Agur.

Me despido de Ismael y me dice que llegará a la noche.

Los días pasan y las noticias siguen siendo parecidas. Las temperaturas son muy bajas el 31 de enero, por primera vez en diez años la nieve cuaja en Bilbao centro y las temperaturas se desploman hasta los 3°C bajo cero.

Ismael no puede ir a trabajar hoy, la nieve cubre el aeropuerto de Loiu y se han cancelado la mayoría de los vuelos. Decidimos quedarnos en casa los dos junto a la cálida chimenea que da un toque muy hogareño. Para comer Ismael cocina unas deliciosas alubias rojas con su chorizo y morcilla. Ponemos las noticias y este titular me llama la atención.

-"Caen las temperaturas en el viejo continente hasta los -23°C en Berlín; una muestra de que el cambio climático se acelera a pasos agigantados"

Salimos a la tarde a dar un paseo por el Bilbao nevado, no recordaba un Bilbao tan blanco desde hace décadas. El Guggenheim con una gruesa capa de nieve luce espectacular y entramos a una cafetería situada en Zorrozaurre. Mientras tomamos un calentito café en el Starbucks vimos los relámpagos y oímos los posteriores truenos. Unos minutos después vimos desde la ventana cómo nevaba intensamente, esa nieve espesa que como si de una cortina se tratase no dejaba ver el edificio de enfrente. De repente la luz de la cafetería se fue y el WiFi del Starbucks se desconecto. Mire en mi smartphone y para tener conexión a Internet tuve que conectar el 7G. Mi sorpresa fue cuando en mi reloj marcaba que en el exterior había unas temperaturas extremadamente bajas, -15°C. Esperamos a que la tormenta pasara y entonces volvimos a casa. Nunca olvidaré el frío que hacía cuando salimos de la cafetería, era un frío que me congeló las lágrimas de los ojos.

Cuando llegamos a casa llené la bañera de agua caliente con abundante espuma, e Ismael y yo nos dimos un baño relajante mientras veíamos por la ventana la nieve. De esta manera acababa el primer mes de la nueva década.