Tenía 19 años , un corazón roto y ningun amigo en quien confiar que me habia enamorado de una mujer, encontré el unico escape posible ... empezar a escribir todo lo que sentía antes que acabe conmigo.
Hay cosas que deberían enseñarte para ir prepar...
Bajo la sombra de la luna, nuestra, nuestra LUNA...
Es sorprendente el hecho que, algo que normalmente solo ves y nunca miras, nunca observas, algo que te parece hermoso e interesante... pasa a tener magia propia, una belleza única e incomparable y que todo lo demás pasa a ser simplemente secundario. Algo que no me había pasado hasta que deje de verla y empece a mirar con todos mis sentidos.
Llevaba días con esa idea en la mente, llevaba horas pensando como sería, imaginaba en como pedirserlo, pensaba en insinuárselo, pensaba que, con ese carácter tan tan suyo, me mandaría a la mierda ...y luego despertaba de aquellas fantasías tan irreales, amistad que entre risas y bromas era tan placentero disfrutar, era lo que me ofrecía - no arruines lo que tienes - sé que no lo haría, era demasiado cobarde con ella...y ella lo sabia muy bien.
Bajo la sombra de la luna, nuestra Luna... fue algo tan inusual, realmente no lo esperaba, ya había oscurecido, era una noche tan oscura y tan nublada, la casa estaba vacía, o es que simplemente no necesitábamos a nadie más. ¿Ir al ultimo piso? no era mala idea... para nada.
Sentadas viendo al cielo, tan negro y azabache, pronunciándose entre las nubes una luz tan cautivadora, tan cegadora pero hipnotizante, se asomaba y nos permitía contemplarla, era totalmente provocadora.
Esperamos celosamente a que se posicionara, en todo su esplendor, en medio del cielo, la luna más hermosa que he visto en mi vida, pensaba hasta el momento. Me invadía tan mágica emoción, y aun así no tuvo comparación con lo que mis ojos vieron al voltear, nunca vi luna más hermosa, realmente, hasta que vi su reflejo sobre sus ojos, y aquella mirada que la contemplaba... y luego me miró. Qué momento tan perfecto, con lo mucho que me gusta esa mirada inocente que sólo sus ojos saben capturar.
Es un momento que mantendré congelado en mi mente, por que fue perfecto, por que vale la pena recordarlo una y otra vez, por que nunca pude pedirselo, por que por más que lo planee en mi mente, de mis labios no salio palabra alguna, entonces ella dijo: "Vamos", escuche mis latidos tan resonantes dentro de mi pecho, dile algo, pensé, y mis labios sólo pronunciaron: "oye!" y no hice más que mirar sus labios, tan intensamente que casi los comía con la mirada, ¿Acaso pensaba que podía leer mi mente? o al menos vería mis gestos, Por dios mujer, date cuenta de esto, no me hagas pedírtelo. Era consiente de lo que quería hacer, pero mi cuerpo no hacia más manifestación que el deseo interno. Y no hice más... otro intento fallido.
En mi imaginación pudo haber sido diferente, tan cerca y tan lejos de lograrlo, se hecho en mi hombro y yo en el suyo, tan cobarde como siempre, pensé, "cobarde" dijo ella, y era lo único que necesitaba.
Pretendí ser muchas cosas, trate de ser alguien que no soy, me propuse impresionar a quien no quería ser impresionado, pero en ese momento me sentí completamente yo, por primera vez era tan puramente yo que puede compartirlo con ella completamente, y la sentí, tan suave, tan dulce, tan fuerte y tan delicada, un beso tan infinito y tan efímero... Me atrapo por completo. y lo disfrute de principio a fin.
Después de un momento como aquel, no puedes ver las cosas de la misma manera, fue como una droga en mi organismo, fue tan adictivo que quería hacerlo otra vez desde el momento que comenzó. Pero que desconcertante es ver una mirada perturbada en ves de la inocencia que una vez encontré, que triste es encontrar un semblante pensativo, con una cucharada de arrepentimiento...
Yo me encontré entre sus labios y los míos, te conocí en un vaivén infinito, en el dulce roce de tu lengua y en el dolor de una cálida mordida, supe quien eras, realmente, yo me entregue en ese beso... yo conocí a la luna y la tome como mía, la compartí contigo y la hice nuestra, bajo la sombra de la luna, tuya y mía, bajo la sombra de la luna nuestra.
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