Compañeros de lagrimas

Cap1

¡Cada noche pienso en ti ! ¿en como estarás?... en un mundo lleno de mentiras y sentimientos rotos.

Así empieza mi historia, donde eres el protagonista, siempre me encuentro hablando de ti y de los pocos recuerdos rescatables de nuestra historia, quién diría que te perderías en medio de un mar de personas, al grado de olvidarme en aquel café, aun me pregunto cual fue mi error por el cual me dejaste aquella noche lluviosa, ese dia las gotas eran mas grandes la lluvia adornaba el frío asfalto, mientras que yo miraba mi celular en espera de un mensaje tuyo, donde me dieras una excusa aunque fuera mentira, !pero eso nunca sucedió¡ me quedé en la espera de ese ingrato amor tuyo y de tus carentes palabras llenas de amor, justo antes de que saliera el último tren me rendí y decidí pagar la cuenta.

Corrí por las calles inundadas de lluvia, fue entonces que todo mi mundo se derrumbó ahí estabas tú besando a aquella chica rubia, ella parecía embelesada con tu mirada mientras que mis ojos se llenaban de lágrimas, fuy tan desdichada, intente correr en medio de las personas que querían llegar a su destino, mas mi torpeza me hizo fallar y choque con aquel chico, un tipo de traje y cabello azabache, pude ver que traía un gran ramo de rosas rojas, el me miro con molestia y siguió su camino, solo subí al vago y llore todo el camino de vuelta a mi casa, esa noche tenia planeado pasarla contigo como era costumbre, pero falle en mi plan así que me quite la ropa y entre al baño, abrí la llave para darme una ducha, el agua tibia y reconfortante me hizo llorar hasta cansarme, me seque para ponerme mi pijama, solo deseaba dormir y tal vez nunca despertar, el resto de la noche  me la pace reprochándome el porque tenia que enamorarme de aquel hombre pálido y cabello azabache, sai siempre fue mi mejor amigo y el tiempo juntos nos unió como pareja, 3 años de noviazgo hablaban de discusiones y reconciliaciones constantes, sin olvidar los momentos de felicidad en donde el fue mi único apoyo después de la muerte de mi familia en aquel fatídico incendio.

Esa noche debía morir a su lado pero decidí salir con el, puedo recordar perfectamente aquella cita en el café que haríamos nuestro por los próximos años que pasamos juntos, cuando volvía a mi casa, todo mi mundo se había hecho añicos, el me abrazo y me dio la fortaleza que me faltaba para sobrevivir, realmente creí que estaríamos juntos toda la vida, pero entendí que todo tiene un principio y un final.

Desde ese dia me obligue a vivir sin el, deje de responder sus llamadas y mensajes, no hable con los amigos en común sabía que ellos intercederian por el, a pasado un mes desde entonces y a sido un reto el vivir sola sin nadie honesto, pero hoy es un gran dia, hoy me mudare justo a la orilla del mar, me are cargo de aquel hotel que era de mi padre, estoy segura que esto me ayudará a superar todo.

Conduzco en mi fiel amigo un chevy rojo que me compre con mis primeros sueldos, al fin llegó a aquel hotel viejo pero acogedor, el camión de la mudanza llega 5 minutos después, los señores amablemente me ayudan a sacar todo para instalarme, la vieja chio me recibe con un fuerte abrazo que me reconforta, una lagrima caprichosa sale al sentirme en mi hogar.

Al fin logró terminar de acomodar mis pocos muebles y mi ropa y cosas de uso personal, chio toca mi puerta y me anuncia que es la hora de la cena, no me había percatado que el tiempo a pasado apresurado, salgo y camino por aquel pasillo que me aterraba de niña, prendo la luz para que no se vea tan tétrico, la vieja chio me hace la señal de que tome asiento, así que sin dudarlo tomó asiento y tomo mis palillos para degustar su deliciosa comida, un ramen clásico con croquetas de pescado y un poco de arroz con salsa dulce, sin duda todo un banquete para dar inicio a mi nueva vida.

Camino apresurado por las calles de la ciudad, me detengo para comprar un ramo de rosas ya que quiero que mi prometida se sorprenda, veo mi reloj y con temor descubro que alcanzare el último tren, intento abrirme paso entre las personas, mas una chica descuidada casi arruina el ramo, la veo con molestia y sigo mi camino, siempre me arrepiento de no usar mi auto, pero es mejor ocupar el tren ya que evito accidentes,después de todo aun tengo miedo de conducir, no e logrado superar el accidente donde perdimos a nuestro hijo, aquel hombre ebrio se estampó contra mi cuando íbamos felices de vuelta a nuestro apartamento, no pude evitar el choque, las ambulancias no tardaron en llegar pero para entonces era demasiado tarde para nuestro hijo, ella a sufrido demasiado desde entonces, se que mas de una vez me a culpado por ese accidente, y no la culpo yo mismo me siento me culpable, ya que si hubiera escuchado sus palabras de no salir esa noche al cine, nuestro bebe estaria con nosotros, sin embargo ella lucha cada día para que nuestra relación siga en pie, y hoy al ser nuestro aniversario y al faltar poco para nuestra boda,he decidido darle un detalle, veo a aquella chica descuidada llorar, es un poco molesto, pero solo me puedo enfocar en el rostro de felicidad de mi pelirroja preferida.