HYUDOU ISSEI EL REY DEL PURGATORIO

Capítulo 4: Y así, Dios entrena

¿Es mañana?

Abrí los ojos e intenté moverme de mi nueva cama blanca que está en mi habitación. La habitación de Dios fue la que me dio Miguel.

Me senté en la cama, mirando mi nueva habitación.

Sucedió tan rápido. Hace solo una semana, solo era Issei Hyoudou, un niño promedio en la escuela secundaria.

Ahora.

Ahora, yo soy Dios.

Huh, todavía se siente raro llamarse a sí mismo Dios, pero es cierto en mi caso.

Aparentemente, soy el nuevo Dios del cielo, rey del purgatorio y portador del engranaje impulsado.

Mi habitación, la que solía pertenecer al anterior Dios del cielo, es una habitación hermosa. Todas las paredes están pintadas en un color blanco brillante. Los adornos dorados decoran la habitación, y hay una enorme araña de diamantes justo en el centro de la habitación. Veo dos elegantes ventanas de estilo francés a mi lado derecho, lo que permite que algo de luz entre en mi habitación, que ya es brillante.

Hay dos puertas en mi habitación. Una es la entrada a la habitación, la segunda es la puerta del baño.

El baño era hermoso por lo que Michael me mostró ayer. El baño es completamente extravagante con una bañera blanca adornada en un lado y una gran ducha con puertas de fibra de vidrio. El inodoro está hecho de oro blanco puro, que ni siquiera sabía que existía.

El fregadero está hecho de mármol, al igual que las manijas del grifo y las baldosas en el piso. Todo aquí, es tan hermoso.

TOC TOC

Llegó el sonido de la puerta.

"Adelante."

Dije cuando la puerta se abrió, revelando a Michael y Gabriel.

"Buenos días, Messiah Emmanuel".

Ambos dijeron al unísono.

Todavía es extraño que la gente me llame así.

"Buenos días a ti también."

Dije mientras esperaba salir de la cama con el pijama blanco perla que me dieron.

"Emmanuel, ¿te traeremos el desayuno?"

Michael me preguntó.

¿UM, seguro?

"Si, eso estaría bien."

Dije mientras Michael chasqueaba los dedos.

¡Guauu! ¿Como el hizo eso?

Justo enfrente de mí hay un completo desayuno tradicional al estilo japonés.

Ah, parece maravilloso!

"Gracias a Dios por esto".

Murmuré en broma por lo bajo mientras cavaba en la comida.

Ah, tan delicioso!

"¿Quieres?"

Le pregunté a Michael y Gabriel, quienes sacudieron sus cabezas.

"No, gracias, Emmanuel. No necesitamos alimentos para sostenernos".

Gabriel dijo mientras yo ponía la comida. ¿Por qué me preguntaban entonces? Yo tampoco necesito comida entonces.

"Emmanuel, aunque no necesitamos comida para sobrevivir, comemos para fundirnos con la sociedad humana cuando estamos en la Tierra. También puede ser reconfortante para ti desayunar".