Capítulo 9: Y al final

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"Habla."

"Dios hablando"

Descargo de responsabilidad: no poseo nada de Highschool DxD
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Sin interrupción final, aquí está el capítulo final. Por favor disfruta esto
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"¿ Matarme? Me gustaría verte intentarlo".

Dijo con una sonrisa burlona en su rostro.

Corrí hacia él, empujando mi Lanza de Longino hacia él.

Paró la lanza con el Escudo de Sariel, un escudo circular de bronce con alas de Ángel.

Empujó la Espada del Espíritu en forma de Katana hacia mí.

Lo bloqueé con el escudo del rey David, contrarrestando con la lanza de Longino.

Agité la lanza de Longino, pero Dios logró agacharse debajo del arco oscilante.

Lo miré mientras nos rodeábamos en este campo.

Entré, empujando mi lanza en el centro de su cuerpo. Él esquivó y luego respondió cortando mi lado izquierdo con su espada. Mi armadura resistió los cortes, así que no sentí dolor ni pérdida de sangre. Me acerqué más a él, golpeándolo en el estómago con el escudo, aturdiéndolo.

Retrocedió, aturdido cuando le lancé mi Lanza de Longinus. La lanza apenas golpeó su cara, pero lo hizo, causando una pequeña herida en su mejilla izquierda.

Primera sangre.

Sonreí mientras tocaba su rostro, sacando sangre de la herida.

Me miró y respondí mostrándole otra sonrisa.

"¡ Deja de oponerme y abraza mi plan para el mundo!"

Tu plan es genocidio, haré todo lo que pueda para detenerlo.

"¡Los humanos van a morir en el fuego cruzado! ¿¡Cómo no te importa eso!"

Grité mientras empujaba la lanza contra su pierna izquierda, haciendo que lo levantara.

Bingo.

Rápidamente maniobé la lanza hacia la derecha, golpeando su pie fuera de posición, enviándolo al suelo.

Salté y descendí para el golpe final. Vi miedo en sus ojos antes de que saliera de debajo de mí.

La lanza golpeó tierra cuando golpeó donde estaba. Rápidamente saco la lanza para parar su espada.

Se las arregló para entrar mientras agitaba mi lanza.

Argh. Se las arregló para cortarme en el lado izquierdo de mi estómago.

Me pica, pero puedo seguir. Necesito ganar esto para el mundo.

Él sonrió cuando yo me agarré del costado.

Bueno se enamoró de la trampa.

Lo cargó con su espada, tratando de cortar mi cabeza con su espada.

Levanté mi escudo, golpeándolo directamente en la cara.

Él retrocedió tambaleándose, aturdido por el golpe cuando me acerqué para matarlo.

Golpeé su espada con mi escudo y lo apuñalé en el estómago, donde hay una pequeña brecha en la protección, con mi lanza.

Gritó de dolor cuando me retracté de la lanza antes de cortarle el cuello con la lanza. Dejó caer su espada mientras caía al suelo.

HYUDOU ISSEI EL REY DEL PURGATORIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora