Todo Es Falso

Capítulo 3

¿Crees que es fácil olvidar una persona que amas?

Porque para mí no lo es.

Si has perdido un ser querido, ya sabrás como me siento.

¿y si no?

Es muy fácil, solo comienza a imaginar a una persona que siempre has querido y que por casualidad de la vida ya no está presente en tu vida.

Lo ven...es muy triste.

Pero de algo deben servir los demás seres ¿verdad?, amigos, familia, tenemos que aferrarnos a ellos, nunca los alejes de ti, porque mientras más te sientas sola unida a el recuerdo, más triste y deprimida te pondrás, ellos te ayudaran a superarlo y salirte de ese lugar donde te habías metido convirtiéndolo en algo que fue muy bonito.

Muchos dirán ese chico solo fue tu novio, ¿por qué exageras tanto?

Él y yo nos habíamos criado juntos, vivía a unas casas de la mía, habíamos sido como hermanos, pero cuando llego la adolescencia ambos comenzamos a sentir algo más, no era un amor de amigos o hermanos, era algo que solo él y yo sentíamos, pasaron los años, sin embargo, ninguno dijo nada, hasta hace dos años el 11 de octubre cuando él me invito a salir y en esa misma cita me pidió ser su novia...

Tan solo recordar ese momento siento muchas cosas, felicidad, tristeza y nostalgia. Ese día fue uno de los mejores que he tenido y siempre lo tendré en cuenta en mi vida ...

Escuchar unos golpes de la puerta del closet me sacaron de mis pensamientos.

- Ana, llevas mucho allí adentro – grita Valen.

- Ya salgo solo me faltan los zapatos – mentí.

Por más que Valen tratara de entenderme con el caso de Steve, no quería que ella se preocupara más por mí, en varios momentos lo recordaba a él, como en este momento, me estaba quitando la ropa que llevaba puesta para colocarme el vestido para la fiesta, cuando me desvestí al frente del espejo, lo recordé ayudándome con la ropa que la mayoría de las veces elegía por mi cuando íbamos a fiestas. Pues si él era como mi modista.

- ¿Lista? – dijo Valen muy cerca de la puerta

- Sé que estas ansiosa por verme, entra ya – anuncie y tan rápido como termine de hablar ella se entró a mi closet.

El closet era de un tamaño mediano, había dos paredes llenas de ropa y el final tenía un espejo donde me suelo ver.

- Ana – abrió la boca en forma de ¨ o ¨ - estas bellísima, vas a hacer que todos los chicos babeen por ti y yo me quedare sin chico.

Solté una ruidosa risa – Eres una dramática Valen – dije tranquilizando mi respiración.

- Claro que no y eso lo sabes muy bien.

Unas horas después ya nos encontrábamos en la casa de Valen, no era digno que los invitados estuvieran allí antes que la creadora de la fiesta, además ella no había llevado ropa para cambiarse en mi casa, así que igual teníamos que llegar antes para arreglarla. No era muy buena eligiendo ropa, pero si tenía algunos tips para la ocasión – ropa para atrapar a los chicos – de algo me sirvió ir a algunos cursos de modas para irme acostumbrando para elegir mi ropa para todo ya que no estaba Steve.

Yo llevaba un vestido color azul que hacia resaltar mis curvas, era un poco corto, solté mi cabello rubio con ondas suaves y me hice un maquillaje simple, mientras que Valen usaba un vestido color verde que hacia resaltar sus ojos, su cabello castaño recogido en una coleta y el mismo maquillaje que el mío. ¿Una cosa que no podía faltar nunca?, usar alguna cosa que combinara, y en este caso decidimos colocarnos los mismos zapatos, a nosotras no nos bastaba con que usáramos el mismo maquillaje, a pesar de ser muy diferentes, nosotras siempre en nuestro interior queríamos vestirnos como hermanas gemelas.

Valen estaba en la entrada de la casa recibiendo a todos y yo estaba en la cocina con la señora Hunts ayudándola con la comida, a mí me gusta mucho la comida por lo que suelo ayudarla a veces.

Escuche un grito cerca de mí y cuando me voltee estaba mi mejor amiga con el que supondría que era Damian por lo que me había dicho Valen.

- Anaira te presento a Damian, Damian te presento a Anaira mi mejor amiga – hablo Valen presentándonos.

- Es un gusto y por favor, dime Ana – extendí mi mano y el la recibió. Sus manos tenían una textura muy suave.

- Igualmente y dime Dani, no me gusta mucho mi nombre – el me guiño el ojo y no pude evitar sonrojarme.