New High School DXD

Life 0: prólogo.

Hola, mi nombre es Hyoudou Issei, una persona común y corriente, básicamente soy un joven de diesciciete años, de complexión delgada y estatura promedio, poseedor de unos ojos castaños y el cabello del mismo tono, normal, bueno eso sí contamos el hecho de que tengo un dragón viviendo dentro de mi cuerpo.

¿Cómo es eso posible?, se preguntarán ustedes.

Bueno, resulta que soy de las pocas personas que son poseedores de "Sacred Gears" o como mi socio las traduce:"armas del Dios bíblico". Pues resulta que esta "Sacred Gear" es una de las trece "Longinus", la conocida como el antebrazo del dragón emperador rojo, Sekiryuutei. Eso quiere decir que en el interior del "Sacred Gear", reside el Dragón Galés, Ddraig.

Todo iba bien con mi vida, no me quejaba, vivía con mis padres, iba en segundo año de preparatoria y había conseguido una hermosa novia, vaya que cruel es la vida.

- ¿Podrías morir para mi? - Me pregunto una hermosa chica de apariencia refrescante, morena, de tez clara como la porcelana, con un cuerpo voluptuoso, ojos de un tono morado, ella vestía con un bikini de cuero el cual sólo cubría las partes importantes, además llevaba unas botas altas de cuero hasta la rodilla, con unos guantes largos de cuero hasta la mitad de su brazo, todo de un color negro profundo.

Me lo dijo sobre la base de una fuente, de pronto a esa chica le aparecieron lo que se podía catalogar como unas alas, de un plumaje hermoso de color negro, y en su mano derecha apareció un tipo de lanza, la cual parecía estar hecha de luz.

Yo me encontraba impactado, pero ya me lo veía venir, mi socio me lo advirtió, no bajes la guardia. Que tonto, ah, me distraje al momento en el que me pidió eso, maldición, y eso que hice todo lo posible para esta cita pareciera perfecta.

Bueno, sólo pude ver esa lanza de luz dirigiéndose hacia mi abdomen, perforandomelo, cayendo al suelo de aquel parque cerca de aquella fuente, con mis ojos perdiendo el brillo, y viendo difícilmente mis manos manchadas de sangre.

De un hermoso color carmesí, tan rojo como el cabello de aquella chica, suspiro, quisiera que ella estuviese aquí, si tan sólo los deseos fueran realidad.

- Si vas a culpar a alguien, culpa a Dios, el que puso en ti esa "Sacred Geard". - Dijo la que era mi novia, viéndome con satisfacción al ver mi muerte cerca.

Riéndose un poco para si misma fue que ella emprendió vuelo, retirándose de aquella fuente, de aquel parque, dejándome solo, desangrado, muriendo.

De pronto, una luz roja aparece, al lado mío se forma lo que parece ser un círculo mágico, lo sé porque yo había practicado un poco lo que era el tema de la magia con mi socio, de dicho círculo emergió una chica.

Una hermosa chica apareció ante mi, aquel cabello rojo, más rojo que cualquier rubio fresa que haya visto, aquellos ojos celeste como si estuvieras viendo el mismo cielo, un cuerpo de lo mas hermoso, vistiendo aquel mismo uniforme de mi preparatoria, desplegando un par de alas.

- De nuevo alas negras. - dije difícilmente.

Me estaba muriendo, de pronto aquella chica artículó un par de palabras.

- Vive por mi. - Dijo ella.

Toda mi vista se tornó negra, no veia nada, no escuchaba nada, estaba listo para pasar a mi otra vida.