New High School DXD

Life 12: Ayuda de un dragon.

De esa forma Irina fue en mi contra, atacándome con su espada de mimetismo, lo bloquee con mi guantelete tomando la hoja y arrojandola junto con Irina hacia un lado. Su habilidad y control con esa espada es de admirar, ciertamente es una buena guerrera.

Por otro lado, la batalla de Kiba era algo preocupante, no está en su cien por ciento, sus movimientos lentos y descolocados me lo decían. Aunque iba tan motivado que rápidamente acorrolaba de cierta manera a Xenovia, más que nada por su intensa presión con sus espadas demoníacas.

- No te muevas, trato de cortarte por tu bien. - dijo Irina desesperada por no acertar un tajo hacia mi persona.

Ciertamente su petición fue algo descarriada, su fé es bastante fuerte, muy leal a Dios.

- Tu petición es descarada, ¿me quieres matar? - pregunte entre risas, ciertamente es agradable ver a Irina de esa forma infantil.

- Es el castigo divino que te toca, Amen. - respondió ella de forma alegre mientra se volvía a lanzar hacia mi.

Por otra parte, la batalla de Kiba era más personal.

Pues su estoques iban a partes vitales de la exorcista; claro ella los bloqueaba con su espada sagrada de la destrucción.

- Tu habilidad con esa espada sagrada es temer, pero no me vas a intimidar con eso. - Él dejó su espada enterrada en la tierra y de ella misma sacó dos nuevas. - Ahora reducete a cenizas y luego congelate.

Si bien las estocadas que mi amigo daba eran poderosa no eran nada para la espada sagrada de Xenovia, y luego vino lo peor.

- Tus espadas demoníacas son increíbles, pero contra destruction no son nada. - un tajo fue suficiente para romper las espadas de Kiba.

- Imposible... - su sorpresa era evidente, está siendo acorralado muy fácilmente. - veamos si tu espada sagrada pueda contra mí espada demoníaca más poderosa.

- De igual forma no podrás hacer nada. - Ella enterró a destruction en el suelo, el poder de esa espada era tal que dejo un enorme cráter en la superficie, además de que la onda provocó un ligero viento y la tierra tembló brevemente. - Por algo es la espada de la destrucción.

Kiba tenía una mirada atónita, esta sorprendido por tal poder sagrado, se levantó y volvió a invocar su espada demoníaca, sonrió y dijo.

- Con mucha más razón debo destruir esa espada. - con confianza en sus ojos, y determinación en sus palabras él se lanzó a atacar a Xenovia pero...

Un golpe seco con el mango de la espada en el estómago de Kiba fue lo que se oyó, el rubio escupió sangre y calló derrotado.

- A la próxima procura estar en óptimas condiciones para el combate, senpai. - ella sonrió un poco burlesca y despues me vio a mi. - Esto quiere decir que ganamos, tu compañero no puede luchar.

- Me gustaría decir que si, pero no. - sonreí confiado viendo seriamente a aquella peliazul. - Aún no me derrotan.

- ¿Y te crees capaz de enfrentarnos a ambas, dragón celestial? - pregunto ella apuntando su espada hacia mi.

- No me creo capaz, simplemente es algo que se ve con total claridad. - me puse nuevamente en posición de combate. - ¡Ah! ¿Qué esperan?

Ambas se posicionaron cerca de mi, de tal forma que quede atrapado entre las dos, ambas golpearon con sus espadas pero al momento de escuchar el impacto yo ya no estaba, pues me había posicionado tras Irina tomándola desprevenida y arrohandola al suelo.

- ¡Ay! - gritó ella. - ¡me duelen los pechos! ¡deja que me levante, Issei-kun!

- Si lo hago estaría en desventaja. - buscando un punto exacto en su cuerpo hice una leve presión y la inmovilice por un breve periodo de tiempo. - Con la que tengo que lidiar ahora es con Xenovia, ¿me esperas un poco Irina?