cap 3

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-Oww, eres pura ternura pequeño amigo- dije mientras lo acariciaba

-Por cierto, eres niño o niña? Revisé allá donde esconde sus intimidades y me di cuenta de que era una niña-
-Te llamarás Manji- cierto que es un bonito nombre no ternura.- le decía mientras lo acariciaba de cabeza a cola.

Bien campante pensando en nombre y todo no pensé si me iban a permitirlo en casa. Creo que se avecina una larga lucha de labia y convencimiento. Cuando entre a la casa traté de subir rápidamente a Manji a mi habitación y encerrarme con ella, comencé quitándole las pulgas y después la metí en la tina del cuarto de mamá y papá. Nos bañamos hasta juntas yo le frotaba con un jabón delicado de mamá y mientras tanto ella me lamía la cara. Cuando terminamos de bañarnos, las saqué de la tina y la pulgosa esta se sacudió y término empapando de gotas la cama y el nochero pero bue... Preguntándome con que la iba a secar recordé que mamá tenía unos tendidos que no usaba, fui, los saqué del armario y severa envolvida le hice a Manji, quedó hecha un burrito canino.

La levanté y la llevé de nuevo a mi cuarto, le terminé de secar bien y la dejé oliendo rico, nos subimos a la cama y nos pusimos a calentarnos el uno al otro. Al cabo de unos 15 minutos se escuchó que abrían la puerta  principal, Manji comenzó a hacer rñrñrñrñrñr y me tocó taparle la boca. Se escuchaban los pasos de cuando suben las escaleras, yo era temblando de los nervios a que Manji no ladrará pero pfff, el afán era que se pasará por la mente, esta hijuemadre ladró y me tocó meterla en el armario ahí mismo, escuché que mamá venía hacía mi cuarto, no pensé en más nada que tirarme al suelo, ponerme en cuatro y comenzar a ladrar como perro apendejado, mamá entró al cuarto y me vio ahí en el suelo como si me estuvieran dando ataques, me miró con una cara de -y a esta loca que le pasa?. Me pregunto que si yo había comido algo pero yo seguía ladrando hasta que salió del cuarto y se fue al de ella. Ufff, ya se me iba era a salir la popo del estrés. Cuando creí que todo estaba calmado escuché un grito.

-SOLLYYYYY!, estuviste acá cierto?-

-Mierda. -fue todo lo que dije.

Salí de mi cuarto y fui al de mamá, me estaba esperando con los brazos cruzados y una mirada que reflejada un buen regaño.

-Que pasó aquí?- dijo seria

-Es que me quería bañar en tu tina, y pues cuando salí no tuve cuidado al sacudirme. Lo siento- dije con la cabeza agachada.

-La próxima vez te pongo a lavar las sabanas.

En cuanto mamá terminó de hablar me fui corriendo de nuevo a mi cuarto con la esperanza de que Manji ya se haya callado pues no quería más problemas.

Efectivamente, la muy hija de su mamá ya estaba bien cómoda acostada en mí ropa, ahí mismo la saqué de su momento de comodidad y le puse un peluche mediano que me había dejado una prima. Por cierto, stella hace años que no me visita, bueno desde que se mudaron a Londres no he vuelto a saber nada de mi tía karla, se olvidaron de los pobres, mientras yo viviendo aquí en Brooklyn. En fin, Manji sera ahora la dueña del peluche.

Eran ya como las 7 y media, papá estaba por llegar y mamá no había preparado nada para la cena, Manji se había quedado dormida; era un alivio. Hasta que tocaron la puerta y se levantó, era mi tío que había llegado con papá, por suerte habían traído un pollo para la cena, sólo bajé, tome unos cuantos pedazos saqué jugo de la nevera y subí lo más rápido que pude para que no se alborotara la otra, cuando llegue al cuarto y me vio, ahí si movía la colita para todos lados, velona nada más, partí unos pedazos de sólo pollito y se los di. Cuando terminamos de comer ya mamá había subido a acostarse y papá se había quedado dormido abajo, tome una colcha de mi armario bajé y se la puse, cuando me quedé mirándolo dormir pensé: Por qué los momentos bonitos duran tan poco? Por qué se me escapa la alegría justo cuando creí que la tenía? Por qué la vida no es como queremos que sea? -se me salieron unas cuantas lágrimas-

Entre TantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora