“ring-ring”- sonó la alarma de mi celular, poco a poco empecé a despertarme y a abrir los ojos estirándome y moviéndome por toda la cama, fue entonces cuando reaccione y me di cuenta de que me quede dormida. Sí, me quede dormida sin siquiera haber cenado pero, algo me extraño más, ¿mi madre había dejado que yo siguiera durmiendo sabiendo ella que no había cenado?, tenía un terrible presentimiento, así que salte fuera de la cama, agarre mi celular y al ver que no era mi alarma sino una llamada de Rose me tranquilice un poco, hasta que veo que hora era.
-¡Son las tres de la mañana!- dije casi gritando y luego maldiciendo en mi interior por haber gritado a esa hora – y ¿Qué haces Rose llamándome a esta hora?
Sin pensarlo dos veces le devolví la llamada a la rubia, la cual a al tercer tono contesto.
-Halo...- sonó al otro lado del teléfono con voz ronca y medio dormilona
-Hola, Rose ¿Qué paso? ¿Por qué me llamabas a estas horas?- dije preocupada.
-Isa me tenías preocupada, y tu mama llamo a la mía para preguntar que te ocurre pero tranquila, le dije que no te pasaba nada peor, ¿sabes algo?, yo te conozco muy bien y sé que algo te está pasando mas no me quieres decir, Isa soy tu mejor amiga en la vida y me estas ocultando algo…- dijo con tono serio y decidido.
Suspire por un momento y dije -Rose, NO y repito NO me pasa nada, es solo que tuve un día muy largo y pesado solo es eso, nada por el cual preocuparse, ahora vete a dormir que se te nota que tienes sueño- dije lo más tranquila posible.
-Isa, a mí no me engañas, adiós buenas noches- dijo y antes de que pudiera decir algo, corto la llamada.
Bufe y lance el celular a la cama sin pensarlo, este cayo en la cama, entonces me tire sobre ella con los brazos abiertos mirando el techo, tantas emociones en un día me estaban matando y más a mí, realmente nunca he sido de esas personas que muestran sus emociones a cualquiera e incluso me costaba hablar con las personas, se podría decir que soy tímida y fría. –después de un buen rato mirando el techo pensando en todo, empecé a recordar lo que dijo Rose- Rose había dicho que ¿mi mama había llamado a su mama para preguntar que me pasaba? Sin pensarlo dos veces ya me estaba parando de mi casa con dirección a la habitación de mi madre para ver si estaba bien, para mi sorpresa mi madre estaba durmiendo en su cama tranquila pero, al percatarse de que entre en su habitación empezó a moverse y pronuncio mi nombre.
-¿Isa?, ¿Qué haces despierta a esta hora cielo?- dijo mientras se acomodaba en la cama para mirarme.
-Rose me llamo para decirme que tu llamaste a su mama para preguntarle que si sabía que me pasaba- dije, mientras me acercaba a la cama y me sentaba en la orilla
-Sí, es que es la primera vez que te acuestas sin cenar y de paso no comiste del pastel que te hice, es raro que no cenes y que veas un pastel y no te lo devores- dijo mi madre con voz preocupada que en sus ojos también se veía esa preocupación- …me tenías preocupada por eso.
-Es solo que tuve un día pesado, hoy ha sido un día muy largo- dije parándome y caminando hacia la puerta, mi madre se mantuvo en silencio, al llegar a la puerta y antes de cerrar la puerta eche un último vistazo a mi madre que ya estaba durmiendo- una sonrisa se escapó de mis labios, debo admitir que adoraba a su madre, le encantaba saber que la quería ella era una de las pocas personas que hacía que se sintiera querida.
Camino a mi habitación, mi estómago se acordó que no había cenado y tenía hambre así que baje las escaleras con dirección a la cocina moría de ganas de comer un trozo de ese pastel, debo admitir que mi madre tenía razón era muy raro en mí que viera un pastel y no lo devorara, AMO los pasteles de mi madre no se ¿porque? Pero, los pasteles de ella eran los mejores, después de un buen rato allá abajo y de haberse comido un trozo de ese delicioso pastel y haberse comido también un sándwich y tomar un poco de zumo de naranja, subí las escaleras con dirección a mi cuarto.