Una dura y dulce historia

18 0 0
                                    

Sol, calor, olas del tamaño de una hormiga, arena caliente que te achicharra los pies, chanclas, toallas, bikinis y un monton de gente en aquella playa andaluza de Torre del Mar. Cerca de un gran restaurante de paredes color mostaza por fuera y cristaleras enormes se allaban cinco toallas cinco pares de chanclas y cinco jovenes; una chica de cabellos rizados y largos color marron, ojos marrones, ni muy delgada ni muy gorda, estatura baja, grandes pechos y labios no muy finos pero tampoco gruesos algo oscuros, llamada Marta; otra chica de pelo corto marron, ojos marrones claros, no muy delgada, mas altas que las demas chicas que alli habia, con menos pecho que las demas y unos labios finos , llamada Sofia; y la ultima de las chicas que habia alli llamada Alicia, cabello castaño ondulado con tonos dorados, ojos verdes botella aunque a veces marrones y otras grises, estatura media, ni pechi-plana ni tetona, y de labios carnosos de color rosados; un chico alto, rubio, delgado de labios finos y ojos marrones, llamado Gabriel y el ultimo de los cinco jovenes, Marcos, no muy alto pelo largo marron oscuro, ojos de igual color, labios carnosos y no muy gordo pero tampoco muy delgado. Estaban encima de sus respectibas toallas hablando tranquilamente del dia en el que todos se quedarian a dormir juntos como siempre, el dia de la paella, todos estaban muy alegres pues les encantaba aquel dia en el que no dormian y todos los amigos se quedaban en la playa para ver como el sol emanaba desde el orizonte, todos los años era un amanecer precioso y esperaban que asi lo fuera este año.

Aproximada mente a las 2:30 de la tarde decidieron levantarse e ir a comer para despues por la tarde poder volver a la playa y bañarse esta vez ya que el moreno que tenian todos les parecia suficiente: “Yo creo que como sigamos asi seremos negritos de africa.” Dijo Gabriel en un momento dado de la mañana, su comentario hizo reir a todos los que se encontraban alli.

Alicia, nuestra protagonista, se dirigio hacia su parcela donde sus padres, Mirella y Alonso, y su hermano, Juan, le esperaban para comer. Al camping se entraba por una gran puerta blanca y de metal que habia tras el restaurante, la cual estaba rodeada de jardin exceptuando un pasillo de baldosas color amarollo mostaza con flores rojas cuadradas, al entrar se veian un monton de carabanas y tiendas de campaña, las que dibidian el espacio por medio de setos y arboles. Habia obiamente un pasillo de arena o mas bien de piedrecitas y chinos por el que poder ir a las distintas instalaciones como piscina, baño, piscina climatizada, pista de padel,...

Continuo caminando hacia su parcela pensando en aquella historia que tenia a medias y la que no se le ocurria que poner en ella, se habia quedado completamente en blanco:

“El chico se acerco a ella con una sonrisa burlona en su rostros y dijo:

-¿Crees que no soy capaz?

La chica nego con la cabeza pues veia imposible que se atreviera a hacer lo, el acerco el rostro al de ella la cogio de la cintura acercandola a el y la beso, la chica no savia bien que hacer solo se quedo quieta, al terminar el beso salio corriendo sin que a el le diera tiempo a pararla.”

Pensaba la ultima escena de su historia sin parar, pero nada se le ocurria “¿Que podria hacer el chico? ¿Cuando se vieran que harian?” esas preguntas pasaron a ser “ ¿Algun dia vivire una historia tan romantica como esa?”. Cuando menos se lo espero se encontraba a solo dos pasos de entrar a su parcela y ver a sus padres los cuales estaban cocinando, y a su hermano que estaba poniendo la mesa:

-Venga a que esperas, pon la mesa enana.

Hizo una mueca de asco al escuchar la ultima palabra por lo cual su hermano rió. Ellos eran hermanos, se llevaban bien, pero se hacian de rabiar mutuamente cosa que les molestaba a los dos. Ambos continuaron poniendo la mesa, cuando terminaron justo pusieron los platos de comida, patatas y huevo. Los cuatro se sentaron a comer. Mientras comia ella pensaba aun en su historia, pero una voz femenina la saco de lo mas profundo de sus pensamientos:

-Alicia.

-Dime, mama.

-Cuando termines te toca fregar.

-¡Pero si yo ya fregue ayer por la noche!

-Bueno ¿Y que?

Resoplaba y continuaba comiendo algo enfadada y con mala forma. Todos terminaron de comer sin decir nada mas. Cogio la cesta de los platos sucios la esponja y el mistol y se dirigio a los baños para fregar en los fregaderos que habia alli. Frego mientras pensaba en aquellas cosas que le encantaban de estar alli en ese camping. Derrepente sonaron unas risas desde fuera de los baños, que entraron en el, eran de dos chicos que habian estado hablando, lo sabia porque se escuchaban los murmuyos, uno de ellos choco con Alicia haciendo asi que se le callera una copa, se rompiera y ella se cortara con uno de los cristales, no era muy profundo pero por su mueca de dolor se notaba que dolia, al mirar al chico para obligarle a disculparse solo llego a ver al otro que ya habia salido tras él por la puerta. Maldijo en voz baja. Se enjuago la sangre y continuo fregando los platos, cubiertos y copas. Al terminar se fue a su parcela, dejo los platos y entro en la carabana para ponerse una pequeña tirita en donde habia sufrido el corte, cuando ya tenia la tirita puesta salio de la carabana y se encontro a su madre con los brazos en jarra y una cara de enfado, solto un suspiro:

-Ahi falta una copa.

-Mama es que un...

-No quiero escusas te mando a hacer una cosa y la haces !Mal¡ -La interrumpio ella.

-A ver ¿Que ha hecho ahora? -Su padre aparecio tras Mirella, la madre.

-!Ha vuelto a tirar un baso¡-Dijo la madre. Mientras, Alicia, apretaba la mandibula y los puños y aguantaba todo lo que estaban haciendo; no escucharla, no darle oportunidad para hablar, valla lo de siempre.

-Madre mia, Alicia.-Dijo el padre, lo que hizo que ella estallara.

-!Quereis dejar que me explique¡ !No, como siempre yo..!

-Alicia, a mi no me gri...

-!Que me escuches maldita sea¡ !Os odio, nunca me escuchais, no me dejais que me explique! -Bajo las pequeñas escaleras de la carabana, cogio los aoriculares, su movil y su toalla asi desapareciendo de la vista de sus padres.

(Esta es mi primera publicacion espero que les guste el comienzo de mi historia, se que por ahora no tiene mucha accion pero pronto veran.)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una dura y dulce historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora