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(J) ennie kim
Mis dedos tocaban la mesa de madera que mantenía en mi sala de estar, había estado asi por mas de diez minutos, Yoongi había enviado unos mensajes recordándome que vendría a las ocho a casa, solamente para hablar y así, por fin, terminar una vez por todas con las cosas que sucedían a mi alrededor, al nuestro. Había suspirado numerosas veces, para así poder cortar un poco el nerviosismo que llevaba ahora mismo.
Mi pequeño cuerpo dio un respingo, al escuchar los toqueteos en la puerta, fue entonces cuando sentí la sangre subirme al corazón y este bombeando rápido contra el pecho. Tome la perilla, dándole vuelta y al final, Encontrándome con él, con sus ojos rasgados viéndome a mi, solamente a mi.
—¿Puedo pasar? —su voz interrumpió mis pensamientos, dándole el permiso de pasar. Mi cuerpo vibro cuando rozamos nuestros cuerpos.
Llegue a donde se encontraba, sentándome justo enfrente de él, cruzando de piernas y esperando que hablara, esto era así, si él no hablaba de mi boca no saldría absolutamente nada, me sentía tan estúpida en hacerlo, después de siempre ser yo quien lo hizo todas las veces.
—¿Co-como has estado? —balbuceó, una risa irónica salio de mis labios, tan amarga que note como fruncio su entrecejo de inmediato.
—¿Cómo he estado? Genial, Yoongi. Genial, luego de escuchar tantas cosas horribles sobre mi, sobre mi maldito fisico, todo por algo que se suponía era en el pasado. —bufé, haciendo gestos con mi mano, sus ojos me habían estado observando, tan serios y tan tristes a la vez. —Además tu novia también me envió que era una perra sin corazón, justo cuando no tengo absolutamente nada contigo.
—Y lo siento, tienes toda la razón, es por ello que he decidido hablar contigo..—suspiró, su cuerpo se inclino hacia adelante, ahora sentándose a mi lado. —Te aprecio, porque eres una de las mejores experiencias que he tenido, algo que deberías de tener en claro. Hable con Miyeon para aclarar que no debió decirte todo aquello, ni las demás personas. Jennie, de verdad, lo siento.
—¿Por..por..
No pude terminar la frase cuando un sollozo se escapo de lo mas profundo de mi garganta, causando un dolor justo en mi corazón, jure que no lloraría ante los ojos de Yoongi, pero la manera en sus manos tocaban mi vestido tan nervioso, o la manera en que me veía me hizo sentir como eramos antes, cuándo eramos adolescentes que se amaban. Ahora sólo son recuerdos.
—No, Jinni..—cuando sentí sus brazos alrededor de mis hombros, fue imposible no abrazar su cuerpo, ocultando mi rostro entre su cuello. Llorando en la comodidad de ahí. —Detesto que llores.
—¡Eres el culpable! —mi mano chocó con su pecho, su cuerpo vibro al reírse, y luego sentí su mano, pasando sobre mi cabello.
—Si me perdonas, seré la persona mas feliz de este maldito mundo..—musitó y en su camino dejando un beso sobre mi cabello. Me sentí tan pequeña y vulnerable de nuevo, esta vez sin miedo. Sus manos me estaban acalorando, me estaba haciéndome sentir cómoda, como antes. —Te quiero tanto, maldita sea.
No respondí, me quede ahí contra su pecho, respirando el aroma que su cuerpo desprendía. Pude notar como su cuerpo se tenso al sentir mi mano caer sobre su pierna, no quise hacerlo intencional, pero mi rostro al verse tan cerca fue imposible detenerlo a que tocara los de él, en un empujón me encontraba en ellos, fue un poco incómodo al comienzo, pues sus labios no se movían, hasta que decidí colocarme ahorcadas sobre él.
Tomando su cuello y tomando sus labios entre los mios, sus manos no esperaron hasta que tomaron mi cintura, ajustandome sobre su cuerpo. Lo invite a las profundidades de mi boca, sintiendo cada parte de mi cuerpo vibrar al poder percibir su tibia lengua dentro de mi boca, o la manera en que sus dedos hacían círculos sobre mi piel expuesta por tanto movimiento.
Mis piernas, en un torpe movimiento lo echaron hacia atrás, haciendo que su cuerpo cayera en el sofa, sus ojos tan brillantes como el sol me estaban observando, con tanta lujuria, y confundido a la vez. Así me sentí yo ahora mismo, me sentía tan estúpida por tocarlo, besarlo, seguir sintiendo aquel toque en mi cuerpo, y por otra tan bien, porque esto era lo que quería, y debia hacerlo.
—Yoongi-ssi ¿tú me quieres? —me atreví a preguntar, con las piernas en cada lado de su cuerpo, besando la zona de su cuello. —Porque yo aun sí.
—¿Deberia de creerlo?
—Mhm, no.
Sonreí contra él, solamente mentía, Yoongi es y sera alguien demasiado importante en mi vida, alguien que a pesar de todo seguiré llevando en mi amargo corazón, sera el único que hizo que mi orgullo cayera tantas veces, y sentir el amor que jamas sentí por otra persona. Esperaba que así me recordara él, como alguien que lo amo e hizo que su corazón volviera a revolotear. No sabia si esto lo que decía era una despedida, pero lo amaba, lo quería y respetaba. Mis dedos tostados fueron a su mejilla, saliendo de mi trabajo para observarlo.
—Te quiero como no tienes idea.
Volví a sonreirle, tocando su mejilla. Su manzana se movió, al tragar duró, me dispuse a inclinarme de nuevo para tocar sus esponjados labios, me quede ahí, sobre ellos, sin moverlos, y él tampoco lo hizo, solamente me encontraba en ellos, gritandome a mi misma que no debía volver a sentirme débil.
Pero un sollozo salio de lo mas profundo de mi garganta, sintiendo ahora las lágrimas pasar por mis mejillas, como anteriormente lo hizo, sus manos se colocaron alrededor de mi cuerpo, sosteniendome quizás negándose a soltarme. Mi rostro se oculto entre su cuello, envolviendo mis manos en él y llorando tan fuerte, no sabia realmente si era por todo, o por sólo esto. Deseaba desahogarme.
—¿Me perdonas?
—También te perdono como tú lo harás conmigo. —sorbi mi nariz. Había olvidado completamente que me encontraba encima de Yoongi, y su miembro erecto debajo de mi.
Oops.
Ahora era Yoongi quien me hizo un movimiento dejando debajo de él, sus ojos brillaban como la primera vez, así que me dispuse a reír, me gustaba como su frente se arrugaba cuando no hacían lo que querían.
