El pasado que nunca olvidé

Nunca le olvidé

Y allí estaba yo, tomando el sol en la playa cuando escuché a una madre gritar a su hijo: " Álex, no hagas eso que me da mucha impresión" Movida por la curiosidad levanté la cabeza y miré hacia atrás. Álex, un niño de unos cuatro años mojaba a su madre la espalda con su cubo de agua. Ésta frase se me hacía conocida, mi madre de pequeña me decía lo mismo una y otra vez, pero lo que me habia llamado la atención no había sido esa conocida frase para mi, sino el nombre Álex.

No os voy a mentir, llevo varios días pensando en este chico de mi instituto, es moreno de ojos verdes, suele llevar bermudas y camisa y esque ultimamente todo me recuerda a él. No quería ponerme nostálgica pensando en todo lo que habíamos pasado juntos él y yo, asi que recogí la toalla, me puse las chanclas y me marché de aquella playa. Era mi preferida, siempre hacía sol allí, además su agua cristalina y sus preciosas vistas la hacían perfectas.

Llevaba tiempo paseando, había estado en el puerto curioseando entre los pescadores, e imaginandome poseer uno de los fantásticos yates que allí yacían anclados (siempre soñaré con uno de esos). Volvía ya a casa, era la hora de comer, pero me detuve en una óptica a mirar gafas de sol. Al irme de allí me choqué con un chico, de primeras casi me da algo de la verguenza, pero cuando me cogió la mano y me dijo que tranquila, que había sido su culpa hasta me fijé en que era guapo.

Ya estaba en casa, habiamos terminado de comer y como de costumbre estaba tirada en el sofá hablando con mis amigos por Whatsapp cuando inevitablemente vi la foto de perfil de Alex, se la había cambiado, salía en bañador con sus amigos riéndose... su sonrisa era perfecta, y nada mas ver la foto supe que nunca le olvidé.