Bipolar

capítulo 2

Llegamos a nuestro destino. La casa de Evan era bastante grande y linda, sus padres son empresarios por lo cual tienen bastante dinero y viajan mucho.

Lily estaciono el auto y nos bajamos. Tiré mi cabello hacía atrás y baje un poco mi falda.

-¡Si vinieron!- se nos acercaron dos chicas rubias.

-¡por supuesto!- dijo Lily emocionada.

-oh Kath, te vez preciosa- me dijo una.

-gracias Effy, me gusta mucho tu jeans- le sonreí.

Effy y julia son chicas de nuestra clase, a veces almorzamos con ellas o salimos, no sé si puedo llamarlas amigas, pero están en la lista de personas que me agradan.

-esta casa es demasiado grande, quiero quedarme a vivir aquí- dijo julia.

Las cuatro caminamos hacía adentro. Se escuchaba la música sonar y habían muchas luces. Chicos pasaban por nuestro lado y nos saludaban.

-chicas ¿de verdad como me veo?- Effy se paro delante de nosotras.

-¡linda!- dijimos todas a la par y reímos.

-es que quiero impresionar a un chico.

-¿A quién?- le preguntó Lily.

-oh ya lo sabrán, vamos.

Entramos. Había bastante gente, parecían divertirse. Noté que la mayoría era de la escuela.
Nos dirigimos hacia el bar.

-hola quiero cuatro cervezas por favor- dijo julia.

El cantinero, que era un chico moreno nos miró para luego asentir.

-aquí tienen- las entregó.

Mi celular vibró, lo saque de la cartera y vi que era un mensaje de mamá:

Cariño a las 3 am. Si Lily no viene a dejarte llámame para ir por ti.¡Recuerda las 3 reglas! Te amo cielo.

Le conteste con un sí mamá y luego guarde el teléfono. Cuando lo noté Effy y julia ya no estaban con nosotras.

-¿vamos a bailar?- me tomo del brazo mi amiga.

Con una mano sosteníamos la cerveza y comenzamos a bailar al ritmo de la música. Estaba divirtiendome,sobre todo porque no habían chicos.

-tengo que orinar- le dije a Lily.

-¿te acompaño?.

-no, ya vuelvo.

La verdad es que me sentía algo mareada, no estoy acostumbrada a beber ni siquiera un poco. Y si tenia unas ganas inmensas de orinar. Pero ni siquiera se donde esta el baño.

-disculpa, ¿puedes decirme donde esta baño?- le pregunte al cantinero.

-arriba dos puertas a la derecha- sonrió.

Ese chico definitivamente no iba en mi escuela. Le devolví la sonrisa y subí.

Seguí sus indicaciones pero habían dos puertas. Oh por Dios es ahora cuando extraño los letreros que diferencian el baño de damas y de varones en la escuela.
Pensé en mi mano derecha, es con la que escribo así que abrí esa puerta.
Al momento de hacerlo noté que ese no era el baño. Al contrario era una habitación y sentados en la cama habían dos chicos besándose. La chica era pelirroja y tenia el labial muy lejos de donde debería estar.

-¡Demonios! ¡¿No sabes tocar?!- se levantó y aparto del chico.

-lo siento- atine a decir.

La chica tomo su bolso, paso por mi lado y me dio una mirada fulminante luego se fue. El chico que estaba de espaldas se arreglo la camisa, para luego voltearse.
Un chico moreno, bueno no tanto, alto de cabello castaño y ojos del mismo color, me miraba de pies a cabeza. Sus ojos eran muy penetrantes e intimidantes, paso por mi lado y me susurro algo al odio.