"De regreso a casa"

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Unos pasos se oían en aquel lugar. El aquel joven encapuchado, con una Wanda herida y en brazos, caminaba por las alcantarillas de Manhattan. Se oían goteras caer suavemente y con frecuencia. El olor era algo inquietante. El joven encapuchado caminó con rapidez, tratando de no soltar a la chica. Paso por varios pasillos sin fin, para luego bajar por unas escaleras de fierro, que daban forma de caracol.

Minutos después, Wanda se empezaba a despertar. No sabía donde estaba ni que había pasado. Ella estaba acostada en una cama. Cálida y cómoda. Estaba asustada. Lo que podía sentir, era que ella estaba vendada de la cara, a excepción de su boca. Toda su cabeza estaba vendada. Algunas manchas de sangre se asomaban por aquellas vendas. Ella parecía que estaba soñando con aquellos sujetos que hace rato la violaron y la hirieron.

_¡No, no! ¡Déjenme en paz! -gritaba débilmente Wanda, moviendo lentamente su cabeza de un lado y del otro-

Y en eso, una suave y dulce voz, se acerca a ella, se sienta a su lado y le dice:

_Estás a salvo -le responde la voz grave e inocente-

Wanda siguió la voz con su cabeza, no podía ver por las vendas, pero si podía oír.

_¿D-Donde estoy? -pregunta débilmente Wanda, tratando de parecer fuerte-

_Nadie te hará daño pequeña. Aquí estás a salvo -le respondió la voz tranquilamente-

_Hos...Hospital -dijo pausadamente Wanda, queriendo poder ver-

_No. Pero te vas a recuperar -le insiste la voz una y otra vez-

Wanda movía la cabeza algo nerviosa.

_¿Porqué, no estoy en el hospital? -le preguntó con mucho miedo-

_No hubo tiempo. Sangrabas mucho. -le responde preocupado la voz-

_¿Que hicieron? -preguntó Wanda asustada y temerosa-

De repente, Wanda se pone nerviosa y se toca la cara vendada con su mano izquierda.

_¡Mis ojos! -exclamó asustada mientras seguía tocándose la cara-

_Tus ojos están bien. Me aseguré de ello. Descansa. -le responde de nuevo la voz grave-

Y como si fuera algo extraño y mágico, Wanda se quedó calmada y tranquila. Para después, empezar a dormirse.

Otro hombre, más viejo que el, de rasgos algo duros pero suaves, se acerca al joven encapuchado.

_Vigilala bien. Si aumenta la fiebre, avísame cuanto antes -le ordena tranquilamente el viejo-

_Está bien -le responde seriamente el joven encapuchado-

No pasaron ni 10 segundos en el que el viejo se retiraba de la habitación donde Wanda y el joven estaban. Este caminaba de un lado a otro, sin dejar de ver a Wanda.

_¿Hay alguien? ¿Quien eres? -pregunta débilmente Wanda, despertándose de un largo sueño-

_James... -responde seriamente el joven encapuchado-

_¿James? -preguntó de nuevo Wanda-

_Mi padre y yo curamos tus heridas. -le responde James en tono de preocupación-

Wanda intentó levantarse pero luego se quejó para luego volverse a acostar.

_Tienes fractura de costillas. Tienes que estar muy quieta y calmada. -le responde James con tono serio y preocupante-

_¿D-Donde estoy? -de nuevo pregunta Wanda, tratando de seguir la voz de James.

_Donde nadie te hará daño. -le responde dulcemente James, aún mirándola desde lejos-

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2018 ⏰

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