Todo esta bien

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Todo comenzó un 17 de septiembre, cuando volví a casa más temprano de lo normal. Solía volver a mi casa a las 7 de la tarde y mi hija salía a recibirme cuando escuchaba el ruido del motor, éramos una familia feliz o al menos eso esperaba más haya de las peleas nunca pensé que llegaría a pasar algo como esto. Volvía a casa alrededor de las 15:30 porque necesitaba unos papeles que me había olvidado arriba del escritorio, eran muy importantes y estuve llamando a mi esposa toda la tarde para que me los alcanzara pero tenia el teléfono apagado, esto era inusual ya que ella nunca soltaba su teléfono, pero tal vez solo se había quedado dormida.
Cuando llegue a mi casa estaba todo apagado el auto de mi señora en la cochera y una camioneta roja en la entrada, nunca antes había visto ese vehículo así que con mucho cuidado me acerque a la puerta, la puerta estaba abierta y me extrañó demasiado, pero mi esposa a veces era medio despistada y capas la dejo abierta. La casa parecía estar vacía, entre y busque mis documentos, volví a la puerta y escuche un gran ruido, un golpe contra la pared, subí las escaleras lo más rápido que pude y los gritos se intensificaban aún más. Estos gritos provenían de mi cuarto y entre sustos y valentías abrí la puerta de par en par. Ella quedo tan sorprendida como yo en ese momento, no podía creer lo que estaba pasando, mi amada esposa estaba entregando su dulce aroma a otra persona, cuyo rostro no había visto en mi vida. Antes de que intentara explicarlo salí corriendo, cada paso que daba era una lágrima que caía de mis ojos, subí a mi auto y conduje hasta los limites de la ciudad, deseando que todo fuera un mal sueño, una simple broma o un programa de cámara escondida, pero me di cuenta que el tiempo seguía su curso y que ya era hora de ir a buscar a mía a la escuela. Mía era mi adorable hija de siete años y hoy era su cumpleaños. Yo estaba a unos veinte minutos de su escuela y pensaba llevarla a comer a algún restaurante caro que a ella le gusta. Subí a mí Cadillac y resumí esos veinte minutos a cinco simples minutos pero cuando llegue ya era demasiado tarde y mía ya no estaba, su madre se la había llevado junto con otro hombre dijo la maestra, conduje hasta casa pero tampoco había nadie en ella. -¿ Donde estaba mi mujer ?- resonaba en mi cabeza pero más importante -¿ Donde estaba mi hija ?- llame a la policía y lo reporte como secuestro, pero solo me trataron de loco y me intentaron calmar diciendo - no se preocupe señor ya regresaran pero yo sabia que no era así, regrese a la casa, la revise de arriba a abajo con la esperanza de encontrar una pista o un indicio que me diga donde estaban, pero no había nada, luego de hora y media buscando desistí y caí rendido en el sillón de mi despacho. Mirando la pared me di cuenta que el cuadro familiar estaba torcido, lo cual no sucedía nunca porque detrás de él solo estaba el revolver de mi padre y un libro de mi abuelo dentro de una pequeña caja fuerte. El libro era muy importante ya que mostraba todas las rutas que los alemanes habían usado para invadir Rusia y así evitar cualquier tipo de bloqueo comunista. Demore 5 minutos en darme cuenta de lo que estaba pasando mi mujer pensaba irse del país y llevarse a mía con ellos

El amor es mas fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora