La realidad es algo curioso.
Todos tienen una realidad distinta, sin embargo, coexisten en una misma realidad.
Pero ¿como sabemos que es real? El tiempo es una construcción platónica del hombre y las ideas cambian en el tiempo, sin embargo, la idea del tiempo no cambia ya que las dos de la tarde siempre serán las dos de la tarde.
No parece curioso como los lugares cambien, pero el tiempo persiste. El humano evoluciona, pero el tiempo no. El tiempo vive en nuestra cabeza, en el aire y en la tierra. En el espacio existe el tiempo, pero solo porque nosotros creemos en aquello.
El tiempo vive en nosotros, nos cambia, nos hace pasar de nacido a muerto en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo le pone punto y coma a nuestra vida y como resultado nosotros cambiamos.
Hace 5 años era una persona distinta a la que soy hoy y probablemente no sea la misma el día de mañana, ese es el secreto de la vida. El cambio sea bueno o malo es necesario.
Hace 5 años cambie. Tenia diecisiete años cuando me aconsejaron ir al psicólogo, no creía tener ansiedad ni ser depresiva por lo que me tomo por sorpresa. Bueno eso es una mentira, tenia consciencia y la sigo teniendo de que algo estaba mal conmigo, pero nunca le he puesto nombre. Se que empezó cuando mi madre se marcho. Ella solía decirme gota de lluvia ya que cuando era joven siempre encontraba algo por lo que sonreír cuando estaba triste y cuando alguien estaba feliz, su felicidad se "reflejaba" en mi (lo cual parece una manera sutil de decir que hago que todo gire en torno a mi), de la misma manera que cuando sale el sol después de la lluvia, las pequeñas gotas que quedan en las ventanas parecen gotas de oro.
La verdad es que ese apodo no tendría el mismo significado actualmente.
Digamos que desde que tengo memoria nunca he sido un rayo de sol, la verdad es que ser extraordinaria no iba conmigo, yo solo era Norah, la niñata que vivía en la sombra de su hermana y que seguía resentida por el hecho de que su madre la abandono cuando solo tenia tres años, dejándola sola con su padre que verdaderamente lo intentaba, pero no era suficiente. No, nunca era suficiente para mi y mis estúpidos llantos que llenaban la casa de miseria, mi hermana tenia razón, yo solo servía para lamentarme. Nunca fui una chica emo, de esas que se sentaban atrás con la cabeza agachada y que luego se iban a la parte trasera de las graderías para fumar mariguana. Yo soy una chica promedio, nada de mi es llamativo, los profesores sabían mi apellido por el único hecho de que mi hermana asistió a la misma escuela. Mi padre siempre prefirió a mi hermana, ella era la fácil, ella es la viva imagen de lo que es saber por que puta dirección va tu vida y yo pues, yo soy la viva imagen de lo que se perdió y se quedo atrapado entre una piedra floja y un abismo.
Desde que tengo diecisiete años atiendo dos veces al mes con el Dr. Henry. Mis visitas empezaron por que la psicóloga de la escuela ya no sabia que hacer conmigo y sinceramente no la culpo, la verdad es que cuando me mandaban a su oficina no se me apetecía hablar y luego de un año de intentos fallidos de su parte, la escuela llamo a mi padre para recomendarle al Dr. Henry, lo que lo tomo por sorpresa ya que no tenia idea de que veía a la psicóloga del instituto. En fin, el DR. Henry me a ayudado bastante, pero no lo suficiente. El Dr. Henry es un señor simpático que usualmente ayuda a parejas al borde del divorcio para sacarle dinero a los últimos momentos de relación que tienen los infelices que lo visitan.
Supongo que cuando me vio, la impresión lo tomo por sorpresa. Estaba tan acostumbrado a infelices en sus cuarentas buscando una ultima oportunidad para su relación y en cambio vio a una adolecente infeliz con diecisiete años que ni siquiera estaba buscando una primera oportunidad.
Pero ahora tengo veinte, acabo de terminar mi segundo año en literatura y nada a cambiado para mejor. Me paso el año entero pretendiendo leer todos los libros que la carrera indica, escribiendo una opinión lo suficientemente problemática para que el profesor considere que eres progresista. Solo tengo a una persona a quien hablarle en la universidad
-"¿Como te sientes hoy?"- pregunto el DR. Henry
Mi mirada se encontraba perdida en el espacio, buscando las palabras correctas que decir.
-"Desconectada"- hice una pausa para pensar en lo siguiente y antes de poder detenerme lo solte- "Desconectada de la realidad, de todo sinceramente. Es como si estuviera en un lugar y en un instante todo cambiara y yo no soy lo suficientemente rapida para seguirle el ritmo al universo. Como si estubiera en una maraton y mientras más intento subir la velocidad a la cual corro, no es suficiente y llego ultima. El ultimo lugar en todas las carreras."
El Dr Henry no hizo más que escribir en su libreta y asentir. Dios lo eh dejado sin palabras, mis pensamientos alejan hasta al estupido psicologo que deberia ayudarme.
-"¿Alguna vez a soñado en subirse a un bote y navejar hasta la mierda?"- le pregunte decidida a cambiar el tema. El Dr Henry despego su mirada de su libreta y la poso en mi.- "Todos los días"- dijo y me dedico una sonrisa-
Supongo que el deseo de huir lo he sacado de mi madre, pero yo no tengo a nadie de quien huir, solo tengo a mi perro y a mi compañero de cuarto drogadicto. A veces pienso que deberia crear relaciones con más personas, tal vez con algún compañero de trabajo en la cafeteria en la cual trabajo para pagar el arriendo de mi destruido departamente. Pero no, yo no creo relaciones, yo creo murallas, para que nadie entre, para que nadie tenga la oportunidad de abandonarme.
Luego de unos minutos de silencio el Dr. Henry decido seguir "la conversación"
-"Norah, se que deseas poder seguir adelante, y poder despegarte de tus problemas en un instante, pero a veces para seguir adelante debemos dar un paso atras, cerrar los ojos para volverlos a abrirlos y cambiar nuestra perspectiva del mundo, para luego poder seguir a delante. Norah necesitas darte cuanta que no necesitas seguir al universo, solo ser parte de él.
Creo que deberias conocer nuevas personas, ser parte de un grupo, unirte a un grupo de arte o de algo que llame tu atención."- pense en sus palabras por unos minutos, nunca eh sido buena socializando, por dios tengo veinte y lo unico emocionante que eh hecho fue perder la virginidad con mi vecino gay. Aunque tal vez sería buena idea intertarlo, ver el otro lado de la moneda, salir de las sombras al menos por un tiempo.- "Esta bien"- dije y maldiciendo a mi estupida concienza- "Pero si no me acomoda no dudes que me ire".- se que el Dr Henry solo quiere solucionar mis problemas por el dinero que le paga mi padre para que no se tenga que hacer responsable de la hija que nacio defectuoza, pero era lindo pensar que al menos alguien se preocupaba por mi, aunque fuera su trabajo.
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Hasta el amanecer
Teen FictionNorah siente que sus veinte años de existencia han sido un espiral de miseria, pero puede una noche ayudarla a abrir sus ojos y aceptar el hecho que no todos los días tienen que ser el fin del mundo. Su familia es un desastre, ella es un desastre y...