Solo...Siénteme

8.6K 141 44
                                    

"Sandra y Lara"

Lara

Ruidos, sabores, texturas, sonidos, son mi única salvación para no caer en un mundo sin luz, sin vida.

Los colores, formas y todo lo que componga una imagen, nunca ha sido parte de mi mundo y quizá nunca lo sea. Conozco pocas cosas y eso se debe a que cuando tenía tres años quedé ciega, lo poco que recuerdo es lo único que me da una pauta para saber cómo es el mundo real.

Era muy pequeña como para entender que nunca volvería a ver las formas y cosas de la vida, pero ¿Saben? Eso hace mucho que dejó de importarme ya que aprendí a ver con mis demás sentidos.

Mientras todos decían "Pobrecita, que mala suerte, la vida es tan cruel" yo sonreía y pensaba en todo lo que gané cuando perdí la visión.

Quizá yo no puedo ver un ave, pero puedo distinguir el canto de más de 100 especies, no veo plantas, pero reconozco la textura de sus pétalos y hojas. Mi paladar es halagado por muchos y envidiado por mi padre que es uno de los mejores chefs a nivel nacional, ¡Eso es un verdadero cumplido para mí! No veo, pero escucho hasta el caminar de alguien sobre el césped, y qué decir de mi olfato, muchas veces terminé vomitando por percibir tanto los olores repulsivos.

Sí, he aprendido a vivir de nuevo, tengo un estilo de vida que aunque me llena de moretones, también me regala cosas hermosas día a día.

Tan acostumbrada a esto ya estaba que no podía pedir más, ni siquiera un par de ojos...o al menos eso pensaba, porque cuando conocí a "Esa persona" deseé ver como nunca lo había hecho.

...

Fue una mañana de agosto, junto a mi madre viajaba en el transporte público, papá había conseguido un nuevo trabajo y ya no podría llevarme todos los días a la escuela, no me molestaba, pues disfrutaba las nuevas sensaciones que me regalaba el viaje.

- Buenos días- saludó alguien que acababa de subir. No escuché bien su voz pues estaba concentrada en el sonido que producía el viento al golpear la ventana.

En tan solo unos segundos experimenté una mezcla de sensaciones tan hermosa que me pareció una mentira.

Un suave olor a durazno inundó mis fosas nasales, el calor de la persona que se sentó a mi lado me pareció muy acogedor, la relajante música que llegó de lo que imagino eran sus audífonos me hizo sonreír y esa piel que rosó mi mano me produjo tal sensación, que unos escalofríos recorrieron toda mi espalda.

¿Quién era? ¿Un chico? No, ellos normalmente no huelen tan dulce, entonces...una chica.

A pesar de que no puedo ver, cerré los ojos y me hundí más en ese mar de sensaciones; Es curioso, pero mis párpados se han convertido en algo para relajarme, solo con cerrarlos me siento más tranquila.

Sonreí al escuchar la canción que comenzó, era un clásico.

🎶Así es la vida, de caprichosa, a veces negra, a veces co-lor ro-sa así es la vida, jacarandosa, te quita, te pone, te sube, te baja y a veces te lo da, así es la vida🎶

Así es, la vida es una niña caprichosa que junto al destino te juegan buenas bromas; A pesar de eso vivir es la mayor bendición que se nos pudo haber otorgado.

...

Los días comenzaron a transcurrir tranquilos cuál tarde de invierno. Ya que ahora viajaba en transporte más seguido, pude escuchar más veces sus "Buenos días" y pude responder con una sonrisa, no sé si me ve, pero realmente me hace feliz saber que va donde yo, que en ocasiones me deja sentirla cuando se sienta a mi lado.

NombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora