Jugando al amor.

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Habíamos llegado al momento en el mes donde Quiron salia del campamento para realizar una enmienda en el olimpo, el solía ir en persona a hablar con los dioses de vez en cuando a hablar sobre sus hijos. Algo así como cuando se negocia el manteamiento de sus hijos a un ser mitológico. Es broma, no soy bueno con las bromas. Bueno ya.
Estos últimos días no he visto mucho a Will, ha estado ocupado, o mejor dicho poco ocupado, las cosas por fin estaban tranquilas en el campamento y se notaba, después de todo no era verano, solo primavera. Y los que permanecían eran pocos, y se encargaban de tareas sencillas o realizaban entrenamientos no intensivos. Will estaba en paz, me gustaba verlo tranquilo. Y hablando de verlo, hoy estuve caminando hacia la cabaña de Apolo y había veces que entraba por atrás para no molestar a sus hermanos.
Cuando estaba llegando noté a alguien recostado en la silla mecedora, era un Will, dormido, los leves rayos de luz que se difuminaban entre las ramas caían en su rostro, iluminando sus lunares de las mejillas, un mechón rubio caía en su cara, se veía muy... Muy... Bueno ya saben. No me hagan hablar.

Narrador en presente:

Es un sábado por la noche en un campamento de semidioses, no, no hay fiestas, ni alcohol, ni celulares, hace un tiempo los chicos de Hefesto emplazaron a jugar con la tecnología, crearon parlantes y equipos de musica, y de vez en cuando algunos los utilizaban, dejenme decir que me gusta ver a Will feliz, pero el día que aquel chico de Hefesto le regalo un mini reproductor de música, casi lo hago desaparecer en las sombras. Y no hablo del reproductor de música.
Estaba pensando dormir, cuando escuche unos golpes en la puerta.

-Ya voy!
Los golpes se mantenían. Mientras me calzaba, que molestos...

-Que ya voy dije! -me acomodaba los zapatos y abría la puerta- que estas ton...

-¡Hola! -decía un radiante Will. Espera es de noche, ¿cómo qué radiante?.

-Ah, hola, eres tú. -Dije mientras volvía a dirigirme a sentarme en el piso frente a mi cama.

-¿Eh? Qué es esa actitud, Angelo. Si tanto me odias.. -Will se veía algo ofendido.

-No, no, no es lo que quise decir. Es que nada... -frote entre mis ojos, Will me daba dolor de cabeza aveces pero no se muy bien por qué.

-¿Te sientes bien? - Will entró y cerró la puerta tras él.

-Si, estoy bien. -me percate que ahora Will se encontraba cerca de mi.

-Bueno, pero puedo revisarte si querés. -Will cada vez estaba más cerca, y ya estaban incomodándome, sentía como en cualquier momento podría ponerme rojo.

-No! Will basta, ¿a qué viniste? - Lo mire fijo, e intente mantener mi compostura, sabia que Will a veces no podía enfrentarme, así se quedaría quieto y dejaría de acercarse, lo que el provoca en mi, bajo ninguna circunstancia debía saberse.

Narra Will.

Cierto, qué había ido a hacer... A sí! Confesarte mis sentimientos, o besarte, o decirte que mi hermana te vio mirándome en la aparte de atrás de la casa de Apolo, y juró por el mismísimo Cupido que por poco no te babeas por verme. Por supuesto no soy tan arrogante, pero si tan sólo.. Si tan solo fuera cierto, te abrazaría Nico, y te diría que me gustas, y aún que no sientas lo mismo, yo te haría sentirlo.

-Yo... Quería decirte que voy a realizar una reunión entre los campistas, hoy a las 10pm, y estaría bueno que vayas. ¿Irás?

-Ya veré.

-Bueno, me retiro.

Cuando me levante ocurrió algo que me hizo mover el cerebro, yo no era tan tonto o despistado, y conocía a Nico hace bastante, me levanté y el tomo la punta de mi remera, se veía algo sonrojado, tartamudeo un poco. Tenia miedo de que en realidad tuviera fiebre o algo, me arrodille frente a el, pase una de mis manos a su cuello y con la otra sostuve su cara, pensé que me golpearía, pero...sorpresa! Un Nico inmóvil se había quedado jugando a las estatuas enfrente mio. Quizás pensó que no lo notaría, pero soy un Hijo de Apolo, y se cuando un corazón se acelera, se que mi corazón se acelera cuando veo a Nico, y ahora sabia, que el corazón de Nico estaba acelerado.

-Nico no contengas la respiración...quizás tengas fiebre... -susurré casi a su oído, Nico no tenia fiebre, pero su corazón estaba a mil. Me quede así unos minutos, primero por miedo de que Nico este físicamente mal, y segundo por que realmente me hacia feliz que su corazón latiera así estando yo tan cerca. Y ese fue el rayo de luz que necesitaba, mi semáforo en verde que me indico que quizás, Nico sintiese algo por mi. Me despegue de él, y me dirigí a la puerta.

-Bueno, te veo en la fogata.

Narra Nico.

No puedo creerlo. Ahora el lo sabrá, lo sabe, lo sé! No pudo no escuchar mis latidos es imposible. Parecía un caballo, estoy tan avergonzado, no iré, no lo haré.  Pero y si lo dice a todos los campistas y yo no estoy para negarlo. Será peor. Bueno iré, maldición. Maldición...

Narra Will

Ya eran las más de las 10pm. Algunos de mis hermanos y unos tantos compañeros de campamento, se encontraban al rededor de la fogata hazando cosas para comer, riendo y contando historias.
Cuando conocí a Nico, el todavía era chico, sonreía y todavía jugaba a Mytomagic, y todavía Bianca estaba viva. La guerra los cambia, la guerra y la vida. Cuando hablamos con Nico en la guerra de Gaia, y lo mire a los ojos, el había aprendido muchísimas cosas y esas cosas pesaban. No sé exactamente en que momento fue, solo sabia que yo quería estar para él siempre que sea posible, enseñarle aquellas cosas que la injustas vida no le había dado, Nico sabia dejar que un alma descansara, sabia caminar en las sombras, sabia cuando era el momento de alguien, sabia dar fin a vidas, pero yo no creía que mi opuesto supiese...dar la mano, abrazar, dejarse querer, besar a alguien o ir más lejos. Y perdonen por mi egoísmo, pero quería ser el que le enseñara a Nico todas esas cosas.

-Hola chico sombra! -saludo alegre un hijo de Ares a Nico, mi vista paso de la arena y el fuego chispiante a un costado, Nico estaba sentado a dos personas de distancia.

-Hola a todos... -Nico hizo un saludo en general.

Nico no se veía muy bien, iba a pararme a consultarle su estado. Pero mi hermana me tiro hacia abajo y grito...

-Ya somos bastantes, juguemos a algo! Este juego se llama...yo nunca nunca...

Luego de escuchar la explicación, muchos ya estaban exaltados, y comenzaron las declaraciones. Yo nunca nunca, quien diría que un juego iba a terminar de esa forma..

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......
Buenas! Hola aquí soy yo! Volví en forma de fichas. Aquí empieza oficialmente el Fic, espero no hacerlos sufrir. Van a Hacer dos partes de Jugando al amor, y luego pasare a otros capítulos que serán la misma historia. Saludos y gracias por el apoyo.

Solangelo: Fic'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora