Capitulo 2

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—¿Sabes qué sería fantástico? —dije, lamiendo la cuchara plástica de entre mis dedos.

—¿Qué? —preguntó Perrie, introduciendo su cuchara en mi helado. 

—¡Oye! —chillé, golpeando su mano. Perrie rio, metiendo mi helado de brownie en su boca. 

—No pierdas el hilo de tu conversación, cariño. ¿Qué? —me incitó a continuar.

Yo suspiré, antes de decir —Sería fantástico poder comerme cuatro de éstos sin vomitar.

Perrie alzó una ceja, mientras lamía su cuchara. —Si pudieras comerte cuatro de éstos sin vomitar, tendrías cuatro veces tu tamaño. —bromeo.

—Quien sabe, quizás algún día logre mi cometido y sea tan grande que no me quepa ropa extra, extra, extra grande. —dije, encogiéndome de hombros.

—¡Oh, mierda! —masculló Perrie. 

—¿Qué?, es sólo una broma —dije, mirando su rostro pálido y horrorizado.

—N-No… —dijo mirando sobre mi hombro —, no vayas a mirar hacia atrás, _____. No lo hagas.

Mi corazón dio un vuelco dentro de mi pecho y traté de no entrar en pánico mientras miraba por encima de mi hombro. 

Harry Styles caminaba dentro de la cafetería. Mi corazón comenzó a latir a una velocidad antinatural. Había una cafetería por sector. Cuatro sectores en total y él tenía que elegir la cafetería del sector en el que yo estudiaba. ¿Acaso no podía ser peor todo esto? 

Harry miró en dirección a nuestra mesa y sonrió, saludando a Perrie con una mano alzada.

Ella le devolvió el gesto, pero lucía forzada. Harry me dedicó una rápida mirada y volvió su vista hacia donde él caminaba. Compró una lata de refresco y un sándwich. Yo no podía apartar la vista de él. Lucía tan familiar y al mismo tiempo, tan diferente. 

—Deja de mirarlo, _____. Si no quieres que sepa quién eres, deja de mirarlo de esa forma. —me dijo Perrie. 

Desvié la vista un segundo y lo vi sentarse a pocas mesas de donde nosotras nos encontrábamos. Hundí la cuchara dentro de mi helado y me obligué a comerlo. Mi capacidad de comer helado se había reducido a casi nula. Hacía un par de minutos estaba alardeando acerca de comerme cuatro y ahora no podía tragar una sola cucharada.

De pronto, pude ver como una chica de cabello largo y castaño abrirse camino hacia la mesa de Harry. No pude evitar seguirla con la mirada. Era hermosa en todas las formas en las que yo no lo era. Alta, de cuerpo delgado del tipo “debería ser modelo”, piel trigueña y perfecta, mirada seductora y labios pequeños. Todos los chicos que iban con Harry se quedaron mirándole como si fuera un trozo de la carne más deliciosa del mundo.

Harry apenas tuvo tiempo de alzar la vista cuando ella se inclinó sobre la mesa, hacia él. Harry le sonrió suavemente, de la forma en la que me había sonreído alguna vez. Ella estaba de espaldas a mí, pero podía ver todas las reacciones de Harry cuando ella le hablaba. Él sonrió, mostrando todos sus dientes y me sentí enferma. Estúpida. Tres meses y una chica como ella sería suficiente para que Harry Styles se olvidara de mí. 

Aparté mi vista de la escena, pero Perrie seguía mirando fijamente. 

—¡Wow!, ¿A quién vas a matar con la mirada? —la voz de Zayn me hizo pegar un salto del susto. 

—¡Dios, Zayn!, ¡Casi me matas del jodido susto! —solté, mirándolo con irritación. 

Zayn sonrió y besó a Perrie en la mejilla, sentándose a su lado. —Si la mirada de Perrie matara, Harry y Kendall ya estarían muertos. 

Aunque puedas verme || 2/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora