Desde que te fuiste, no me he cuidado, Aaron.
No, no soy anorexica, ni tampoco tengo alguna otra enfermedad por falta de comida. Simplemente, tu eras lo que alimentaba mi cuerpo, alimentabas mi alma. Me llenabas de felicidad, Ronnie.
Las pocas veces que reiste junto a mi, estan guardadas en un seguro cofre de mi corazon, donde nunca se perderan.
Pero, Demonios.
Aún sigo de pie, aún sigo aquí para tí. Aaron, siempre te amaré, aunque no seamos nada.
Atte: Morgan.