Está lloviendo.
Está lloviendo.
Está lloviendo.
Libra suspira con notoria desgana, a la par que, con la mirada fija en la ventana, atina a observar las gotas de lluvia resbalar por el vidrio trasparente. A la distancia logra vislumbrar las distintas figuras de los demás estudiantes retirándose de la escuela, buscando refugio antes de dirigirse a sus respectivas casas. Las noticias habían pronosticando mal clima aquella fecha, y eso era justo lo que había. Su día estaba arruinado, y sus planes, por consecuente, también. Una ligera exhalación escapa de sus labios, dejando que sus pies lo alejen de la ventana con pesadez; su memoria no tarda en recordarle que es viernes y le toca hacer limpieza en el aula, a él y a su grupo, grupo que al parecer la tierra se los ha tragado. Piensa en patear una silla ubicada junto a él, pero prefiere contener su enfado, ¿va a ganar algo golpeando cosas? No, claro que no, pero jura que el día lunes los acusará con la maestra, eso no puede quedarse así.
—¿Dónde están Tauro y Aries?
Al dejarse escuchar la conocida voz de su mejor amigo, sus orbes sin mucha dificultad terminan encontrando su figura de pie bajo el umbral de la puerta; en la mano éste sostiene una escoba y lo observa con una ceja arqueada.
—Se han escapado.
Responde, e instantáneamente los ojos entorna al fijarse en el detalle de que ha sonado un tanto infantil. No es la gran cosa, después de todo. Opta por disimular su actitud al continuar con su labor de ordenar los pupitres de sus compañeros, aún de mala gana. El recién llegado simplemente se encoge de hombros, empezando a barrer el aula en silencio. Libra no puede evitar posar sus ócelos en él, apreciando al muchacho de soslayo; sus labios no escatiman en atrapar su labial inferior al acechar el rostro ajeno y cada uno de sus detalles imposibles de obviar. Notorios a la vista, su amigo tiene la faz adornada por una gasa colocada sobre su mejilla izquierda, y una que otra curita en su mentón y brazos. Otro suspiro abandona sus labios.
Está sucediendo otra vez. Detesta verlo así. Y su curiosidad es casi palpable. ¿Debe preguntar? ¿Debe mantener una esperanza de que esta vez recibirá otra respuesta a lo usual?
—¿Ya me contarás?
—¿Sobre qué?
—Tu cara.
Escorpio no responde.
—¿Una pelea?
Vuelve a insistir.
—Algo así.
—¿Qué fue lo que sucedió?
—Estaban molestando a Piscis otra vez.
Mentiroso.
Su cabeza menea de arriba a abajo, en un asentimiento desolado, mostrando por encima su comprensión, y a mismo modo ocultando su creciente irritación. Decide no acotar nada y por un lapso de tiempo deja que ambos en silencio se mantengan, arreglando el aula. La lluvia paulatinamente se intensifica hasta quedar en un aguacero incontenible, Libra corre hacia la ventana y observa el espectáculo de agua; su rostro muestra su total descontento.
—Que intenso.
Escorpio lo alcanza, observando junto a él la lluvia.
—Y horrible.
El más alto medio sonríe.
—Pensé que te gustaba la lluvia.
—Sí, pero...
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Please don't 【 Escorpio x Libra 】; birthday present.
Conto; Libra está cansado de la situación que ambos atraviesan, y cuando todo finalmente ebulliciona, Escorpio entra en pánico. «¡Feliz cumpleaños, M!»