El un chico que no busca enamorarse, ella una chica rota ¿que los unió si eran tan distintos , si eran como el agua y el aceite pues las ganas que se tenían entre ellos no habia amor solo deseo, sus cuerpos pedían a gritos el contacto con el otro, pero ellos se resistían a ceder tan fácil, el orgullo de ella le impedía decirle cuanto lo deseaba y a el se lo impedía el miedo a que ella no le gustara pues el pensaba ser sincero desde el inicio, sin sentimientos ni nada. El día que el le propuso verse a solas el no esperaba ella aceptara pero ella lo acepto.
Ese día se fueron a una zona sola de la universidad y terminaron besándose ese fue el inicio del caos dentro de ellos pues sus bocas se habían probado y sus cuerpos pedían mas, hasta cuando serían capaces de sobrellevar el peso del deseo, sus encuentros eran más frecuentes, sus bocas ansíaban mas contacto, era algo que su cuerpo exigía, pero ellos no le querían dar el gusto sabían que si lo hacían ya no abría vuelta atrás pues sus cuerpos a medida se probaban deseaban más.
Fue así como llego el día en que ya no pudieron mas y se escaparon a una zona mas sola aun, el le dijo a ella que en ese tiempo había aprendido a conocer sus miedos y que la deseaba como a nadie, la tensión sexual era enorme y fue asi como se dejaron llevar, complacieron a sus bocas disfrutando cada parte del cuerpo del otro entre besos y jadeos, entre mordidas de pasión y besos en los pezones de él, se entregaron el uno al otro no como muchos lo sueñan, para ellos basto la soledad, la naturaleza, un árbol y su deseo, no falto más, todo lo necesario Estaba ahí, se hicieron uno y entre besos en el cuello y espalda de ella, el se preocupaba porque estuviera bien por no dañarla mas porque el sabía que ella estaba rota y la trataba como muñeca, como su muñeca de porcelana
