La Única Regla

Eins

-¿Cuántas veces te tengo que explicar que vas a ir igual?-Dijo mi mamá mientras terminaba de recoger la vajilla sucia de la mesa.

-O millones de veces o ninguna porque no voy a entender igual. - Dejó de secar el trasto con el trapo viejo y giró su semblante serio hacia mí, colocando la mano con la tela desaliñada en la cadera y dejando el plato encima de la mesa.

-Va a ser una buena oportunidad para conocer personas y pasarlo bien.-Dijo ella intentando convencerme.

-Mamá, es verano y ya tengo amigos, tenemos millones de planes. -Dije restregandome la cara frustrada.

-Un mes no es tanto y estarán cerca de la playa, ¿qué mejor que casi todo el verano en la playa?—Me decía intentando que viese el lado positivo de la situación.

—¡En un campamento, mamá! No de fiesta con amigos.—dije como si eso la fuese a convencer.

—Bueno, uno nunca sabe, pero tienes que hacer algo por lo menos, o te la vas a pasar de día durmiendo o viendo Netflix y de rumba en la noche.

—¿Cuál es el dilema?—Pregunté irónicamente.—Mamá, son vacaciones, la idea es hacer nada.

—Vas a ver que lo vas a pasar bien, seguramente hay chicos guapos.—Dijo ella intentando subirme el ánimo.

—Ya.—Dije poniendo los ojos en blanco— como si tuviese tanta suerte.—Ella me miró levantando los hombros.

—Lo siento, pero no es discutible.—Dijo mi querida madre retomando la limpieza de la cocina.—Te hará bien.

•••

-¡Te amo! Pásalo súper.- Gritó mi madre por la ventana abandonandome. La miré levantando el dedo pulgar con mi más falsa sonrisa y ella me la devuelve.

-Yo igual te amo.

Por mas frustrada que esté con ella, es mi madre y la adoro con mi alma, ella es basicamente mi todo.

Arrastro la gran valija con muchísimo cuidado para que las botellas de vodka no se golpearan entre sí, aunque bien las había envuelto con mis calcetines y mi ropa.

Por mas que mi madre quisiera que fuese a un campamento — entendiendo por qué ya que soy completamente capaz de quedarme todo el verano flojeando en la cama — eso no impedía que tuviese un poco de diversión extra, probablemente voy a hacer varios amigos y la pasaremos bien, no debo ser la única que no quiere estar aquí.

Veo el autobus que se supone que me va a llevar al campamento, mi madre ni siquiera se preocupó de asegurarse que no me fuesen a raptar o algo. A veces pienso que solo busca una estrategia para deshacerse de mi sutilmente.

Me voy acercando al autobus y veo a varios chicos y chicas de mi edad acercandose a el vehículo ya libre de valijas, así que busqué donde podía dejar la mía. Aunque me diese miedo y un mal augurio por las botellas.

Un señor se encontraba en la puerta del bus con un megáfono.

-¡Papeles de inscripción aquí!-Se encontraba sobre una silla con un ridículo gorro de pescador y repitiendo eso como mil veces, parecía disco rayado.