Los murmullos de la gente aún despierta, la tos que brota de mi garganta, el motor del camión que indica que seguimos avanzando y el sonido de las bolsas con comida que nos dieron al principio del viaje es lo único audible, todo está oscuro salvo la luz que irradia mi celular al estar escribiendo y una que otra pantalla encendida reproduciendo películas aleatorias.
Miro a la derecha, a la ventana, todo está oscuro, sin embargo, las luces del camión me permiten observar árboles, arbustos y vallas. Más arriba, las luces de las casas, que si no fueses consiente de que están demasiado abajo, pensarías que son estrellas, y, al mirar un poco más arriba, un cielo estrellado, aunque no tanto, y aún así es el más hermoso que he visto en mis cortos 16 años de vida, desearía poder tomar una foto, lástima que los celulares de hoy en día no tienen la resolución necesaria para captar estos paisajes. Pensando en esto me doy cuenta de algunas cosas:
Son las 2:00am.
Carezco de sueño, y éste, será un largo viaje...