【 𝐊𝐢𝐧𝐤𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 𝟐𝟎𝟏𝟖 】 ❥ ＳＰＩＤＥＹＰＯＯＬ

𝐈. 𝐆𝐚𝐫𝐠𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚.

A TENER EN CUENTA:

《 Este fic es basado en un AU que tengo con mi compañera de rol donde se tomó a Tom Holland bailando Umbrella y ese cómic donde se ve que baila bajo el apodo de "Spidey" en el bar de Weasel. Igualmente, esta versión posee unos detalles distintivos ya que ha evolucionado a medida avanzó el rol con mi partner.

1) El apodo de Peter es Roxanne (tomado de la canción con el mismo nombre de Moulin Rouge).

2) Aquí terminó como prostituto por distintas razones de la vida. Wade es su principal cliente.

3) En este mundo no hay superpoderes. Jamás existió Spiderman, aunque Deadpool es el apodo de mercenario de Wade.

4) Wade es guapo aquí. Así a lo Ryan. (?)

5) Roxanne sería su versión "Spiderman" es decir, una facha que usa para ocultar su identidad y, además, hacer cosas que como "Peter" no haría. Por eso entenderán la insistencia en el escrito de recalcar que es Roxanne (eso se dice a sí mismo) y no Peter.

Y comencemos. Cualquier duda estoy dispuesta a responder con gusto y también acepto sugerencias. Gracias por leer. ♡ 》

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Deja que el aire llene los pulmones antes de ir más allá, permitiendo que la saliva se junte hasta hacerse agua la boca. No es la primera vez que hace aquello, pero sin duda debe prepararse de todos modos. Mira hacia arriba, expectante a reacciones de su acompañante y le sonríe con gracia; con labios rojos hinchados y cabellos negros desparramos. Wade poco tarda en tomarle las hebras que dificultad la visión con su puño, dejando vía libre para el espectáculo que está por comenzar. Y ahí es cuando Roxanne saca la lengua acariciando el descubierto glande goteante de pre semen, limpiándolo, impregnándose de su sabor como es costumbre.

La presión sobre su cabeza que indica que avance le hace comprender que no hay mucha paciencia, entonces, decide ponerse en marcha. Sus labios rodean la polla de su compañero, dejando que la lengua se deslice por debajo, empujando la piel que lo recubre que aún está cercana. La calidez de las húmedas paredes envuelve el miembro del mercenario, robándole un gruñido ahogado, apretando más los cabellos de aquella peluca que el chiquillo lleva puesta. Para ese entonces, Rox ya se halla con ojos cerrados, engullendo la erección con devoción. Respira por la nariz lento a la par que sus labios presionan el tronco de su amante, dejando un camino rojizo del labial que poco a poco va corriéndose. Siente como palpita, como se mueve, lo duro que está. Y si bien jamás estuvo ansioso de tomar una verga en su boca, ahora lo encontró como algo placentero y hasta relajante en su día.

Poco tarda en que el simple vaivén, aquél lento y vago, se transforme en embestidas por parte del rubio. Peter —no, no, Roxanne— lo permite, tomando desde los muslos al hombre, dejándole abarcar todo lo que desee dentro de su boca. La nariz se pega a la pelvis y el sonido de ahogamiento nace; el mentón contra sus testículos choca cada tanto pero no parece ser molestia. Gemidos opacados por las arcadas, hilos de baba que caen por las comisuras y ojos llorosos son lo que da final a todo eso. Cuando las caderas de Wade tartamudean sabe que esta pronto a correrse y más que nunca pone hincapié en chupársela.

Ahueca las mejillas, cierra mejor la boca en su contorno y deja que la cabeza de su pene golpee contra la coronilla. La carne dulce y caliente roza contra su extensión, jugueteando con las venas que logra apreciar, jadeando a su alrededor para enviar una vibración por el tronco. Ahora sus dedos se clavan sobre esas firmes piernas, subiendo hasta el trasero, agarrándole de los glúteos. Lo empuja contra sí, atrayéndolo, haciendo que esté hasta la empuñadura e impide que se retire. Ahí, donde está tan profundo tragándosela, donde su garganta vibra y poco a poco se queda sin aire, espera. Escucha los gruñidos, siente como tiembla, como ha sido suficiente. Y es que después de tanto jugueteo ¿cómo aguantar mucho más?

Junto un gemido finalmente eyacula. El semen llena su boca y él lo traga con naturalidad, tanta que hace cuestionar cuántas veces ha hecho aquello. No lo deja escapar hasta que la última gota sale y recién ahí libera al pobre, deslizándolo lentamente por su la lengua, limpiando cualquier rastro que queda, alejándose con un sonoro "pop". Roxanne —porque sí, es Roxanne, no Peter—, sonríe zorruno. Se relame cual gato satisfecho y levanta del piso, ahí donde estuvo arrodillado todo el tiempo. El índice va hacia la nariz del hombre y presiona la punta como si de un juego se tratase.

Aunque, después de todo eso ha sido para ellos ¿verdad?