Kela la i keia

01102018

Empiezo a añorar tu existencia en mi vida.

Sé que estás en algún lugar siendo feliz, despreocupándote, haciendo tus deberes, o simplemente siendo tú.

El hecho de que te extrañe en mi vida se refiere a miles, a miles de cosas. Extraño poder hablar contigo porque teníamos una forma particular de hablar, sinceramente podía ser yo misma a tu lado, podía decir lo que quisiera y sabía que estarías ahí.

Extraño verte, poder tocarte, poder escuchar tu voz y tu risa. Extraño ese olor tuyo particular, esa sonrisa con la que me recibías al verme, ese beso en la frente al encontrarnos, esos abrazos que me hacían sentir segura.

Extraño nuestra intimidad, pero no me refiero a esa intimidad, más bien, me refiero a esa en la que podíamos estar uno con el otro sin sentirnos incómodos. Me refiero a esa conexión que existía entre nosotros en la que nos sentíamos dichosos y alegres. Esa conexión en la que un silencio podía significar una forma más tranquila de convivir.

Pero todo eso es pasado. Ahora todo lo vivido se resume en un teníamos. Que puede ser algo tan mágico como a la vez tan desgarrador.

Desgarrador. Es justo así como me quedé. Con un vació doloroso y lamentable, el cual quiero que acabe pronto, quiero echarte de mis pensamientos así como lo hiciste tú pero de tu vida. Quisiera poder comprender como hiciste tan fácil eso, quisiera ese tip para ya no pensar en ti y sólo seguir mi vida.

Hay algo que voy entendiendo, lamentablemente aún te amo, aún espero cosas de ti, aún sigo aquí esperándote pero muy en el fondo sé que no volverás y que dejaste de amarme hace tiempo ya. Es algo que debo creerlo y así podré seguir pero por mientras mi única forma de decirte aquello que no te diría será por este medio.