Samay no sabia que hacer, estaba en su cama, acostada llorando, sin ánimos, sin vida, ella queria que Aledis la viera de otra manera, y se propuso cambiar su estilo para lograrlo (esto nunca se debe de hacer, cada uno es hermoso tal y como es :D)
Era lunes y Samay estaba emocionada por ver como reaccionaria Aledis a su vestimenta diferente.
Esta llevaba una pollera/falda rosada pastel con un crop top de igual color y unos botines negros muy llamativos.
esto es como se veria más o menos:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Samay entro a la escuela y dejo a todos boqui-abiertos, llevaba el pelo suelo y brillante y estaba radiante como nunca, Aledis sintió el corazón hincharse, pero ese sentimiento no duro por mucho ya que todos los chicos miraban a SU chica como si la devorasen con la mirada y eso le desagradó de una sobre manera, ¿quienes se creían ellos para mirarla de esa manera? Aledis tomo la muñeca de Samay y la llevo lejos de allí.
-¿Que piensas que haces?-Pregunto Aledis enfadada.
-¿Te gusta?- Pregunto Samay esperanzada.
-No-Respiro muy cerca de ella.-Todos te miran y eso no esta bien.
-Yo no busco que todos me miren-Grito ella.- Solo quiero que tú me mires, susurro para ella misma.
-¿Por qué haces esto?-Pregunto Aledis perdiendo la paciencia.
-Nada, dejame sola- Samay se acerco peligrosamente a Aledis, sus alentos chocaban, Aledis sentía su corazón estallar y derrepente Samay se alejo, y ella se dio cuenta que sus ojos estaban cerrados.
-Fusite tú la que me dijo que me alejara de ti-Volvió hablar Samay.
-Losé, fue un error, estaba enojada.
-¿Por qué estabas enojada?.
-Nada ya no importa.
-ves ya no me cuentas nada, estas distante Aledis.
-¿Perdón si?- Aledis ya no soportaba.
-Adiós.
Samay salió de allí y fue a su primera clase, Educación física, llevava unos shorts de licra negra y una remera blanca corta, lo cual llamó la atención de muchos, en especial de un chico:
-Hola, soy Abraham, ¿como te llamas linda?.
-Bonito nombre, me llamo Samay, ¿eres nuevo?
-Si, entré ayer.
-oh pues bienvenido a esta carcel.
-¿por qué tan negativa preciosa?-Abraham se acerco a ella y la tomó de la cintura.
En ese momento la clase había terminado, y Aledis iba camino a buscar a Samay cuando vio aquella escena, sintió algo quemarse dentro de su pecho y una acides que carcomía su interior. Aledis quito a Samay de allí de manera brusca:
-Samay nos vamos ya mismo-Grito Aledis enfadada. -¿Qué te pasa Aledis? Estas siendo muy grosera.- Samay no entendía por que se comportaba de esa manera. -Voy a ser de la manera que yo quiera, ahora nos vamos. -No quiero.-Samay estaba cansada. -Te eh dicho que vinieras. -Ella te ah dicho que no, ¿acaso no la escuchaste? -Interrumpió Abraham harto de la situación. -Me voy a ir con Abraham, te guste o no Aledis Tu no controlas mi vida-Grito furiosa al borde de las lagrimas. -¡Vete, pequeña zorra!- Aledis se dio cuenta lo que había dicho y se acerco hacia Samay, pero Su amiga retrocedió llorando y salió corriendo de aquel lugar, seguida por Abraham.
