Capítulo 7

867 131 11
                                    

-Aún no me creo que sea real...
-Así sigo estando yo después de casi una semana siendo perseguido por el fantasma.
-Pero... ¿Cómo?
-No lo se.

Tamaki y Nejire seguían confusos tras descubrir que lo que pensaban que era una mentira era, en realidad, una verdad realmente dolorosa.

-¿Y escuchó todo lo que te dije?.-preguntó Tamaki.
-En efecto.
-Que vergüenza.-se colocó de cara contra la pared.
-¡Hola (T/n)! ¿Cómo es ser un fantasma? ¿Puedes sentir las cosas? ¿Recuerdas todo lo que pasó?.-la peliazul seguía acribillandote a preguntas, creando así una pequeña incomodidad.
-No me siento bien respondiendo a eso...-le dijiste a Mirio, y el rubio lo repitió.
-¡Oh! Lo siento.-se disculpó sonriendo.-¿No os hace sentir bien que está aquí con nosotros?
-Es un poco difícil cuando no puedes ver a esa persona.-respondió Tamaki.
-¡Pero os estáis olvidando de lo más importante!
-(T/n) dice que os estáis olvidando de lo más importante.-dijo el ojiazul.
-¡El padre de Mirio veía a su madre muerta y no nos quiere decir como lo hizo para ayudarla!
-Mi padre veía a mi madre muerta y no nos quiere decir como hizo para ayudarla.-repitió el rayito de Sol.-Tiene razón, no nos quiere decir qué hizo.
-¿Y si le preguntamos nosotros?-preguntó Nejire.
-No creo que lo haga, se calla muy bien este tipo de cosas.
-Me encantaría seguir hablado de este tipo de cosas pero tengo que ir al internado con Fatgum.-dijo Tamaki.-¿Mañana queréis ir a dar una vuelta y seguir hablando del tema!
-¡Yo tengo que ir con Sir Nighteye! ¡Se me había olvidado!
-Estás olvidando mucho las cosas estos últimos días.-comentó la muchacha con curiosidad saliendo de su cuerpo.
-El estrés de ver un fantasma no es bueno.
-¡Claro Tamaki, mañana quedamos!.-y Mirio te repitió.

Cada uno se fue por su lado, Tamaki se iba con el pro héroe Fatgum y Nejire se iba con la pro heroína Ryuku mientras que Mirio tenía que llevar la carga de estar juntona un fantasma mientras escuchaba los gritos de la gente herida cada vez que había un poco de silencio en las calles.

-¿Entonces vas a ir a mi funeral?.-preguntaste caminando hacia atrás para verle la cara a tu pareja.
-Supongo que iré... Es dentro de tres semanas... Todo pasa muy rápido.
-Demasiado.-contestaste sonriendo.

Mirio recordaba perfectamente cuando se dio cuenta de que se había enamorado de ti, era un día de lluvia y os encontrabais en una cita, pero parecía que se había arruinado, el rubio se disculpaba una y otra vez por no haberse dado cuenta de que el tiempo era tan malo para una cita aquel día. Fue a la vez número cincuenta de sus disculpas que decidiste callarlo con un beso en los labios, cuando os separasteis las gotas de lluvia habían mojado vuestro pelo y algunas gotas recorrían vuestros rostros; sonreiste y en ese momento el ojiazul se dio cuenta de que quería pasar el resto de sus días contigo, creciendo juntos y puede que cuidar un par de niños en una pequeña casa con gran jardín.
Pero ahora esos planes ya no podían cunplirse, le gustara o no.

-¡Has vuelto a pasarte la oficina de Nighteye!
-¡Mierda!

•~•

-¿Otra vez a Kamino, señor?.-preguntó Mirio colocándose su casco.
-En efecto.-respondió el larguirucho entrelazando sus dedos y poniéndolos delante de su boca.
-¡Pues venga! ¡Vamos, Bubble Girl!
-Mirio, espera.-el rubio se detuvo y se giró para ver a su mentor.-Un consejo: escucha lo que te digan los demás.

Mirio asintió y junto a Bubble Girl se fueron hacia Kamino, aunque les tocó ir en metro. Que adorable ver a los niños señalándolos y comentando cosas como ''Mira mamá, son héroes'', incluso una pequeña niña se acercó a pedirles un autógrafo.
Hoy habías decidido ir con él, de todas maneras, a ti los villanos no podrían hacerte nada, después de todo: ni te veían ni te podían tocar.

Tras un largo camino en tren los dos héroes llegaron a Kamino a hacer patruya.

-¿Deberíamos comenzar en algún sitio en específico?.-preguntó el rubio mientras veía a la chica de piel azul como miraba cosas en un aparato tecnológico que tenía en el brazo.
-¡Por aquí!

Como si fuera el Google Maps comenzaron a seguir una flechita en la pantalla hasta llegar a un edificio derrumbado.

-Aquí es donde tenemos que comenzar a mirar.-dijo la chica.

•~•

-No sueltes mi mano.
-Tengo sueño...
-¡No sueltes mi mano, por favor!
-Lo siento...

•~•

-¿Estás bien, Lemillion?.-preguntó la muchacha trayendo de vuelta al rubio a la realidad.

El ojiazul te miró con una mirada triste y tú hiciste lo mismo.

-¿Pasa algo?
-No, no te preocupes, Bubble Girl.

Comenzaron a caminar por los alrededores para ver si encontraban al villano que creó aquella explosión, pero no tenían mucha suerte.

•~•

-No sueltes mi mano, (T/n).

El rubio sujetaba tu mano con fuerza mientras veía como desde abajo de los escombros unos chorros de sangre comenzaban a salir.

-Tengo sueño...-dijiste entrecerrando los ojos.
-¡No te duermas! ¡Los héroes están apunto de llegar!
-Lo siento, Mirio...
-¡No lo sientas! ¡Aún tenemos que ir a ver esa peli que tanto te gusta! ¡No sueltes mi mano!

Pero tu mano colisionó contra el frío asfalto.

•~•

-¡Lemillion! ¡Activa tu quirk!

Mirio volvió a la realidad y giró la vista para ver a su compañera con una mirada de terror, se fijó en ti, estabas gritando pero no podía escuchar nada de lo que salía de tus labios.
Todo estaba sucediendo a cámara lenta: pequeñas piedrecitas daban contra su cuerpo, se giró para ver que era lo que le estaba golpeando tan fuertemente y comenzó a verte, ahí, parado/a mientras millones de escombros caían sobre ti y se vio a él, mirando con miedo.
Pero ahora los roles habían cambiado.
Era él quien estaba debajo de los escombros aún cayendo.

-¡Lemillion! ¡¡Tu quirk!!

Y cuando se quiso dar cuenta e intentar huir.
El mundo se volvió negro.

The Night We Met (Mirio x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora