Puntos Suspensivos

¿QUIÉN SOY?

Con la respiración agitada me levanto y doy un pequeño salto. Todo fue nada más que eso, un sueño o más bien una pesadilla.
Mis ojos van directo al reloj que se encuentra en la mesita a mi lado izquierdo y ha marcado las 03:00 a. m. ; me quedo quita viendo la oscura ventana, me cuesta volver a dormir. No me agradaría volver a caer en el mismo sueño. Doy vuelta tras vuelta, pensando en lo que ha ocurrido los últimos días, mientras que el reloj no deja de emitir el tic tac en cada segundo.

Me acomodo unos zapatos para salir a tomar un vaso de agua, pero un pequeño golpecito en la ventana me distrae y ha decir verdad me desbordó de miedo, no quiero regresar a ver, asi que dejo los zapatos y me envuelvo en todas las cobijas ocultando mi rostro y mis pies, ¡como si eso ayudará! - pienso. Y ahora siento que transpira entonces escucho el segundo golpe pero este, está ligeramente más duro.
Con la respiración agitada, formo un pequeño agujero con las sábanas para poder ver quien está al otro lado de la ventana. Apenas logró distinguir un cuerpo o ¿una sombra?.
Siento que todo mi cuerpo tiembla y me aferro con fuerza a mi cama.

A pasado algún tiempo y el golpecito aquel no ha sonado de nuevo, así que poco a poco sacó mi cabeza por encima de las cobijas que están alborotadas y me alegro de no ver nada...

No pude volver a dormir y en mi reloj marcan ya 04:40 a. m. , y yo me he tomado el tiempo de repasar toda mi vida, y lo único bueno es que estoy de vacaciones, a penas salí de clases y en dos meses reingreso.
Siempre me ha gustado donde vivo, conozco a casi todos aquí. Me gusta ir al parque jugar con mis amigos... Bueno he de decir que soy más de amigos que amigas por alguna razón no les gusta tanto pasar o jugar conmigo, y en realidad a mi tampoco me hace falta.

El sol y su brillo empiezan a inundar mi habitación. El sonido de platos y el televisor me hacen abrir los ojos a fuerza. No me di cuenta en que momento me dormí.
Con los ojos entre cerrados me acerco al espejo que se encuentra justo al frente de mi cama, mi cabello castaño parece un nido de pájaros. Me siento cansada por la noche que pase, pero aún así tomo mi cepillo para desenredar toda la melena que tengo, mientras escucho a mi madre tararear alguna canción de su juventud, y siento que aunque mi padre haya muerto cuando yo era una bebé, mi mamá ha hecho hasta lo imposible por darme todo lo que necesito y en especial su amor.

Termino de cepillar mi cabello y me realizo una trenza extensa, mientras la sostengo con una mano busco la goma para terminar. Escudriño en los cajones que se encuentran de bajo del espejo pero no consigo nada, a penas y hay algunos aretes. Me molesta que siempre tenga que perder mis gomitas para el cabello, abro el último cajón y al fin, encuentro lo que necesitaba.
Lo único que me queda es decidir que ropa utilizar. Me acerco a la ventana con cuidado recordando lo que paso, no veo algo diferente... O eso parece. Porque a mi lado izquierdo junto a mi mesita de noche se encuentra una caja pero esta vez de color rosa con una cinta plateada como si fuese un regalo.
Me alejo instintivamente y miro a todo mi alrededor no hay nadie más, ni tampoco nada extraño. Pero siento como mi piel se eriza, respiro profundo e intento encontrar lógica, tal vez mi mamá me quiso sorprender aunque faltan días para cumplir mis 15 años pero puede ser mi primer regalo.
De nuevo me acerco y lo tomo con cuidado abro y veo unos tacones plateados realmente muy bonitos de mi número exacto, y como siempre una carta rosa que confirma no ser mi mamá . Cuando la extiendo en mis manos me encuentro con la misma caligrafía precisa y delicada:

Ame parece que te conozco más de lo que crees. En realidad lo estuve pensando mejor, y creo que aún ni tú misma te has llegado a conocer tanto como yo a ti.
Recuerda :
-No siempre somos lo que creemos ser.

Suelto la hoja por un momento, pero lo vuelvo a leer. ¿A caso no me conozco lo suficiente?, ¿Cómo puede estar seguro de saber más sobre mi?.
Me mantengo ahora viendo fijamente a la ventana y el sol que entra. Pienso que solo necesito salir y pensarlo mejor, cada carta me preocupa más y esto ya no es normal.