ESTRATEGIA

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Siempre por la tarde me gustaba salir al parque o caminar por algún lado, distraerme y ver los pasatiempos de las personas comúnmente o que es lo que cada una tenia de especial...

Vivía en un pueblito un tanto lejano de la ciudad, así que era muy extraño ver muchos carros, y casi todos nos conocíamos mutuamente.
Como me encontraba en vacaciones,  fui a visitar a mi abuela y verla hacer postres, es tan hermosa y claro que me consiente al extremo.

-Hola abue Lili- le dije con una sonrisa amplia.

Ame, cariño te echaba ya de menos- me abraza fuertemente y su amor me invade de dulzura.- por cierto tu madre ya me ha contado que tienes un pretendiente- me mira con sonrisa coqueta. Río inmediatamente.

- Abu, nada de Eso, pronto todo se olvidará y seguiremos como siempre...

-Cariño, las cosas nunca pasan porque si, siempre tienen un motivo, todo, absolutamente todo.- se quita los lentes y me da un beso tierno en la frente.

Me acomodé en el sofá para ver televisión, habían un par de comerciales así que decidí tomar el control y cambiar de canal. Pero... no lo encontraba.

- Abu sabes ¿ donde está el control del televisor?
- Cariño, tu abuelo siempre lo deja tirado por los muebles, búscalo.- me dice desde la cocina.
- Y hablando de... el abuelo ¿donde esta?- preguntó ya que es raro ver a mi abue sola.
- Ay hija se ha ido en busca de un señor que le ofrece un trabajo y aún no sé muy bien de que trata.- se pone hablar de lo preocupada que está por mi abuelo y su obsesión por trabajar.

Mientras tanto sigo en mi búsqueda he sacudido todos los muebles sólo quedaba el más pequeño y cuando alzó el cojín allí estaba, pero... junto con el otra carta y de nuevo la caligrafía más perfecta en mi nombre, me sorprendí e hice caso omiso a lo que mi abuela me estuviera contando, hasta que comienzo a escuchar pasos que se acercan a mi, guardo rápidamente dentro de mi bolsillo de mi jean y me siento.

¿Lo encontraste?- pregunta mi abuela notando algo raro.

¿Qué? -preguntó sin recordar lo que buscaba y a al mismo instante lo recuerdo y me siento tonta- aaah el control, si abu, el abuelo siempre me sorprende con sus escondites- hago una risa un tanto falsa y mi abu sonríe y asienta la cabeza dándome la razón y vuelve a la cocina.

No me di tiempo de cambiar de canal sólo quería saber que contenía la carta. Al abrirla tenía un párrafo algo pequeño:

Querida Amelia-

Sabes? Todos tenemos una pequeña o gran estrategia para conseguir algo, indistintamente de como lo hagamos, siempre en mente hay un plan; un plan A, B y quien sabe hasta un C.
Mi plan o a su vez estrategia es... habitar tu mente, y es tan perfecto como para casi asegurar que sería imposible sacarme de allí.
Ahora bien, ¿Cuál es tu estrategia Ame?

Me quede perpleja intentando pensar tan siquiera de lo que me estaba hablando, lo volví a guardar en mi bolsillo. Pero, ¿cómo una carta estaba donde mis abuelos?, ¿quién era?, ¿Qué quería? O aún mejor ¿Para qué?.

Me lo pensé bien, buscaba opciones sin embargo dentro de mi círculo de familiares y amigos no hallaba nada. Pensé que alguien me jugaba una broma pero tenía que ser alguien cercano a mi para conocer hasta mis gustos.

Entonces una gota de sangre me distrajo de mis pensamientos, la vi en cámara lenta como llegaba a mi pantalón.

-Hija, ¿que paso?- se acerca mi Abu inmediatamente- ven, vamos al baño.- me dice un poco asustada, y me doy cuenta que mi nariz sangraba.

-No sé Abu, sólo estaba sentada, no lo entiendo.- le digo y es verdad no entiendo porque ha pasado aquello

Debes cuidarte más cariño- y me da una caricia reconfortante.

Mi abue me ha mandado un pay delicioso para mamá, asi que caminaba muy feliz a casa, cuando... caí de bruces, me dolía ¡todo!, me enfureci y me puse un tanto roja viendo a todos lados para descartar haber sido observada por alguien más, al parecer no habría nadie, me levanté y sacudi mi pantalón, era mi favorito. Sentí un ardor en mi mano y cuando la observe detenidamente me fijé que tenía una uña algo lastimada, y ¡si que dolía!.
Fui a casa lo más rápido que podía.

-Ma, la Abu Lili te ha mandado pay y me he caído no quería estropearlo,  lo siento... - mi madre hace una cara de pena pero también sonríe.

-No importa Ame, lo importante es que estás bien.- y esboza una sonrisa.

Subí a mi cuarto un poco desganada y cuando abrí la carta de nuevo de quién sabe quién. La volví a leer detenidamente y pensé muy seriamente cual seria mi estrategia, y ¿porqué querría estar en mis pensamientos?.
Me asomé al balcón cuando veo un pajarito muy peculiar que me observa entonces le sonrío, y  él silba de lo más bonito, me encantó. Hasta que comienzo a sentir  un aire diferente sobre todo cerca de mi oído y el en mi cuello una respiración un poco extraña, sin más me doy vuelta pero no hay nadie. Mis delgados brazos comenzaron a tiritar y mi garganta se quedó en seco y entonces... !Lo escucho!, Escucho una voz masculina que me llama por mi nombre alargandolo y quedándose en el aire... en todo mi alrededor y pongo la piel como de gallina y por unos segundos me quedo inmóvil, giró y sin comentario alguno me siento al filo de mi cama pensando en una estrategia para salir de mi pequeña pesadilla.

Puntos Suspensivos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora