-AAAAAGH-Fué la primera palabra que pude gesticular al sentir un líquido extremadamente frío caer en mi rostro y pecho, no dude en sentarme en el sofá y limpiarme los ojos.-¿Me puedes decir que haces aquí? - Dijo una voz irritablemente conocida.
Brook.
-Jo-der...-Me puse de pie y giré mi rostro para toparme con el suyo a una distancia decente.- ¿No te duele nada?
-No me contestaste -contestó con una voz firme mientras cruzaba sus brazos.
-Para cuidarte. -Mentí y sonreí leve.
Ya no hubo respuesta. Me dirigí entre mis cosas para cambiar mi camisa completamente húmeda gracias al agua que Brooklyn vació en mi.
-Oye... Lamento haber sido un inmaduro ayer. -Escuché y di media vuelta, vi el rostro de Brook que parecía estar arrepentido, terminé de vestirme y me apoyé en la pared sin desviar la mirada. -Sé que no fué correcto hacerlo y la verdad me arrepiento por hacerte sentir mal, no quiero que te vayas de los cursos... No quiero que Rompamos nuestro pacto de ayudarte a mejorar, ¿Recuerdas?
Sentía algo de compasión, pero no me convenció, no ayudaba, siempre que decido algo por mi cuenta, esa decisión nada ni nadie puede cambiarla.
Un sonido de notificación interrumpió nuestra charla y me percaté que había sido mi celular, lo sujeté entre mis manos y encendí la pantalla.Al menos 4 llamadas perdidas de mi jefe y 1 mensaje, 1 llamada perdida de Aniston, y por último 12 mensajes y 6 llamadas perdidas de Laiah.
Maldición, olvidé que hoy es Lunes y empiezo mi jornada, desbloquee mi móvil para leer el mensaje de mi jefe el cuál fué de mayor importancia.
"Tu puesto ha sido reemplazado por otro empleado, no has asistido al trabajo y van tres faltas sin permiso. Has sido dado de baja, gracias por trabajar con nosotros."
A JODER CON MI VIDA.
-¿Todo bien?
-¡No!-Grité algo enojado en el cual Brook dió un salto del susto.-Ayer mi día fue una mierda, primero pierdo mi jarrón, después voy a los cursos y pasa lo que tuvo que pasar, cuando iba a mi casa resulta que una señora a quien le rentaba una habitación, me sacó porque no pude pagar la renta y finalmente me despidieron del único trabajo que mantenía mi vida en la raya.-Golpee mi frente levemente a la pared y cerré mis ojos para calmar la frustración.
Un silencio se apoderó en la habitación, yo me quedé en la misma posición. Al cabo de unos minutos me reincorporé y me acerque a mis cosas, tenía que irme para buscar un lugar donde pudiera hospedarme.
-Puedes quedarte en mi casa, en lo que buscas trabajo.-Sentí la mano de Brooklyn en mi hombro y me giré al oír su propuesta.- Con la condición de que me perdones y hagas que haceres.
-Vaya, no lo vi venir...-Me quedé pensando y le miré a los ojos, al cabo de un momento respondí. -... De acuerdo, acepto, estás perdonado. Tampoco quiero ser un estorbo para ti, será sólo unos días en lo que encuentro un trabajo formal o decente.
Brook sólo asintió y tomó mis cosas, empezamos a platicar de lo que se acostumbra hacer en la casa mientras él me dirigía a la habitación donde me dormiría, había olvidado que hablar con él me hacía sentir más tranquilo.
Desempaqué mis cosas en la habitación, ordenando paciententemente mis prendas y objetos preciados, al cabo de un momento tomé mi móvil y salí de la casa, me monté en mi bicicleta y empecé a pedalear camino a recoger el resto de mis cosas de mi antigua habitación.
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¿Por qué yo?
Non-FictionTodos vivimos con sueños, los que dicen que no son los que mienten. Unos logran cumplirlos, otros lamentablemente no. Todos son menospreciados física y verbalmente a lo largo de su vida, sea por envidia o sólo por hacer lo que tanto anhelas hacer. L...