Día 4: Estomofobía

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- LAURA, despierta... no sigas, despierta.

Una chica temblaba en la habitación, buscaba despertar a su hermana, claro, es lo de siempre, siente como esas horribles cosas suben la cama y buscan comida, grita, y se va al cuarto de su hermana, le pide que despierte, pero es ignorada, sus padres no están en las noches, ¿Cómo les diría que les tiene miedo a unas hormiguitas?

- Laura, despierta.

La pequeña se adentró en los cobertores de la cama, no le importaba que su hermana la recriminara, ella solamente quería estar segura, abrazo la pierna izquierda de su hermana y cerró los ojos.

Miles de hilos estaban presentes, los ojos verdes veían asombrados ese mar de hilos, su cuerpo temblaba, retrocedió y busco refugio, pero lo único que encontró fueron huevecillos de araña, la menor sentía como su cuerpo se estremecía, recordó la razón de su miedo, y se tapó la boca con ambas manos. Si gritaba ellas se meterían a su boca, comenzó a moverse, mientras los hilos pegajosos se quedaban impregnados en parte de su ropa y si piel. El llanto llego, sus mejillas se humedesieron, ahí frente a ella estaba ese ser tan grotesco para sus ojos, millones de arañas rodeando a una araña mucho mas grande, del tamaño de una casa, sabia que esa araña la miraba, su piel estaba palida, no podría huir, no podia moverse, y ya no podia ver, solo sentir como algo caminaba por sus brazos, que aquellos insectos la recorrerían, y no tenia escapatoria.

04/10/2018


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