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Las primeras palabras de Baekhyun fueron  totalmente inesperadas e inusuales para un bebé.

— Chan...chan..chanyeol — el bebé balbuceaba mientras estiraba sus brazos a su hermano mayor quien era un año mayor.

Desde pequeño presento un inusual apego a su hermano quien  lo recibía con  los brazos abiertos y lo cuidaba por ser menor, eso se le había inculcado y lo cumplia la perfección. Mientras creía Chanyeol se volvía el pequeño orgullo secreto de su padre, mientras sus hermanos mayores  luchaban entre las enfermedades y los duros entrenamientos que Chanyeol y Baekhyun pasaban con facilidad. La única diferencia entre los entrenamientos de los menores es que nadie después de un año quería practicar con el pequeño Baekhyun de 6 años.

— Vamos levántate, Minseok — decía en tono de burla Baekhyun — Si te gusta comer tierra yo te ayúdare — colocó su pie en la cabeza de su hermano mayor pisándola contra el piso — Vamos, levántate. No es divertido si no chillas como el cerdo que eres

Todos estaban paralizados en el círculo al rededor de los hermanos mientras más sangre salía de la nariz del mayor que obviamente no podía mover un musculo por el dolor, Minseok nunca había sido un chico fuerte quien  resistiera bien  una paliza de su hermano.

— Es suficiente, Baekhyun — se quejo Jongdae mientras lo empuja a y ayudaba a levantar a su hermano — se rindió hace rato.

— ¿No estamos aprendido a luchar las guerras aquí? — preguntó con cierta obviedad — Los enemigos no tiene piedad y uno no puede rendirse.

— ¡No estamos en la guerra!

— Menos mal, porque si es por inútiles como el cerdo que va ser rey, todos estaríamos muertos — respondió viendo como su hermano mayor aún mantenía su cabeza abajo y se acerco jalando su cabello para que alzará su cara— no hagas quedar mal a papá.

Baekhyun era cruel y sin falta de empatia desde pequeño que le hacía pasar los peores momentos a sus hermanos quien tenían muchas cicatrices debido al salvajismo del menor. Mordía, pateaba bajo y por su puesto era hábil con las espadas y cuchillos, con  una curiosidad insana de lo que había dentro de los seres.

— Saben dicen que en el Reino de Suria predicen el futuro viendo las entrañas de los animales cercanos a ellos — comentó con aquella sonrisa tan típica de él y algo escalofriante mientras veía a los caniches de sus hermanas mellizas — Sencillamente me preocupa con que loco papá las casará.

Aún bajo los chillidos y gritos de sus hermanas abrió aquel caniche todavía vivo que sostuvo por el hocico, la primera vez que habia tomado la vida de algo y ni sintió el más mínimo remordimiento contra el animal. Así fue de perros a gatos, de aves a peces, de fieras a sementales. Tenía cierta manía por matar animales desde su infancia y su padre solo creía que su hijo más pequeño solo se hacía en un fuerte guerrero que defendería a su pueblo. Aunque le parecía curioso y algo repulsivo que a veces sacará sus entrañas y las examinará, otra veces lo castigo con duros golpes en sus manos por coser distintas partes de animales.

— Es el demonio mismo — mencionaba una sirvienta quien cuidaba otra vez de Jongdae quien había caído con fiebres otra vez y Baekhyun estaba escondido atrás de la puerta — Su sola presencia enferma más al señorito Jongdae.

— No te preocupes, he oído que el joven Minseok va a morir tuberculoso entre poco y por eso lo han alejado de sus hermanos y hermanas. Pronto el señorito Jongdae será el heredero — comentó con emoción la otra sirvienta

Si Baekhyun era sin corazón, tal vez lo había aprendido del mismo castillo donde todas los sirvientes buscaban que el niño que cuidaban llegara al trono.

— Una vez Jongdae este en el trono mandara a satanás a los desiertos de Génica a que muera — comentó la sirvienta.

A Baekhyun le importo poco, en su mente pasaba que su hermano mayor iba a morir con tuberculosis, para el niño sonaba que tubérculos crecían dentro de él y tenía tanta curiosidad de ver aquellas plantas dentro de su hermano. Tal vez, demasiada.

En la noche se colo al cuarto de su hermano mayor por la ventana con su cuchillo favorito a averiguar sobre aquellas extrañas plantas que crecían en su interior, se escondió bajo la cama cuando escucho alguien entrar y  claro que se encontró con otra realidad que era la misma sirvienta que dijo que su hermano iba a morir colocando algo extraño en su agua. Así que fue buscar a Chanyeol, su hermano mayor que siempre resolvia sus dudas de que era aquello que dejó la sirvienta en el agua de Minseok quien respiraba con dificultad en su cama y pedía agua, dudo por un momento si darle aquella agua pero decidio colocarla más lejos con una sonrisa pensado en lo que le costaría alcanzarla.

— Vi algo raro Chanie, era como granos de arroz pero más pequeños — comentó con toda curiosidad — tal vez son las semillas que toma para morir con tubérculos por dentro

Dijo señalando la taza de porcelana y Chanyeol también  vio aquello que se empezaba a mover dentro de la taza que soltó de inmediato y se rompió. Varios gusanos casi transparentes empezaban a moverse en el piso y Minseok seguía pidiendo agua como si nunca hubiera probado una gota de agua.

— Gusanos sedientos — murmuró Chanyeol alejando a Baekhyun de los gusanos que empezaban a acercarse a ellos — Se están comiendo y bebiendo a Minseok por dentro.

Baekhyun ahora con más ganas quería abrir la panza de su hermano para ver aquellos animales alimentarse, pero estaba Chanyeol y siempre preferirá no hacer ese tipo de cosas frente de él.

— Entonces la sirvienta de Jongdae no le daba semillas para los tubérculos — mencionó con una sonrisa.

— Tenemos que avisar a papá y buscar un médico — el mayor estaba preocupado por la salud de su hermano, había leído que esos gusanos eran peligrosos.

— Yo voy por papá y tu por el médico, tu cabalgas más rápido que yo — fingió preocupación y Chanyeol miraba a su hermanito como si fuera un ángel.

El médico llegó rápido con un remedio casero para los gusanos que sabía tratar bien y Baekhyun llevo a su padre con la sirvienta y los guardias que la dejaron pasar a la habitación de Minseok. A la mañana siguiente Baekhyun a sus 7 años vio su primera ejecución y disfruto de la tortura previa, viendo como le daban latigazos a los guardias y como golpeaban a la sirvienta mientras ella lo llamaba demonio.

— Deberían darle una cucharada de su propia medicina — bromeó en su puesto al lado se padre ese día, ninguno de sus hermanos quiso acompañarlos aquel día.

El rey solo sonrió, su hijo tenía razón y seria un buen castigo. Cortaron la cabeza de los guardias y le dieron una cucharada de la medicina a la sirvienta quien encerraron en una celda. Dos semanas después el rey encontró el cuerpo de la sirvienta abierto desde su estómago a su vientre y los gusanos ya se habían comido su hígado.

Demon Baekhyun»»» » » ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora