Capítulo 7.
Han pasado tres días desde el accidente de Claudine.
Tres días desde su ingreso en el hospital.
Tres días desde que se había olvidado de Maya.
Las enfermeras y las personas que se preocupan por ella han determinado que no ha sufrido más lesiones, aparte de la pérdida de memoria de su idioma nativo y de Maya Tendo. La explicación clínica de la amnesia selectiva, o simplemente una coincidencia desafortunada inexplicable, no alivia a Maya de ninguna manera.
No se sabe cuándo recordará Claudine, o si alguna vez lo hará.
Pero con el trauma en la cabeza y la medicación administrada, los médicos no tienen otra razón para mantenerla.
Liberan a Claudine el cuarto día y, naturalmente, todas sus amigas vienen a acompañarla a la academia.
Mientras los demás balbucean alegremente sobre cualquier cosa, Maya hace un esfuerzo por colocarse junto a Claudine mientras caminan por la acera. Pero nunca termina junto a ella como pretende, y no está segura de si es porque Claudine la está evitando, o si es simplemente una mala colocación y mala suerte.
De cualquier manera, se alegra de ver a Claudine vestida de nuevo con su uniforme, caminando sin ayuda sobre sus propios pies, y sin las vendas alrededor de su cabeza.
Es martes, pero las clases no se reanudarán hasta la próxima semana. Así que cuando regresan a la academia, Karen tiene la emocionada idea de mostrar a Claudine en la escuela para asegurarse de que recuerda todo correctamente.
Es una buena sugerencia, pero Claudine misma se opone juguetonamente.
"No hay necesidad de guiarme. Lo recuerdo todo perfectamente".
Ella lo dice con el mentón en alto y el pecho hinchado, pero no mira a Maya ni una sola vez.
El grupo migra a la sala común, donde Claudine señala con precisión su lugar de estudio habitual y recuerda varios recuerdos.
"Este es el lugar donde Kaoruko enseñó a Karen en matemáticas y Karen se cayó de su silla".
"¡E-eso fue solo una vez, sin embargo!" Karen gime.
"Y allá, en esa mesa, es donde Nana-san trajo sus dulces fritos de plátano y Kagura-san consiguió migajas en el sofá, así que Mahiru-chan tuvo que regañarla delante de todos".
"¡Está bien!" Mahiru aplaude.
"Su memoria parece estar bien", murmura Hikari.
Es lo mismo donde quiera que vayan. Claudine recuerda cada aula, cada clase, cada compañero y profesor con un detalle impecable.
Todos menos uno.
Todas sus recuentos dejan fuera solo a una persona, solo un nombre.
Las pocas veces que se queda estancada en su recuerdo, las pocas veces que disminuye la incertidumbre, siempre es para completar ese espacio en blanco; la persona que siempre se sentaba a su lado, la persona con quien siempre discutía y debatía, la persona que siempre estaba buscando o en ella ...
Cada vez que sus ojos se encontraban con los de Maya, la mirada no duraría más de unos segundos antes de que uno o los dos miraran hacia otro lado.
Fue doloroso, no solo para que los dos experimentaran, sino también para que lo vieran sus amigos.
Es cuando acaban de terminar su pequeña 'gira' y Claudine se ha excusado al baño, cuando todos los demás se vuelven hacia Maya con desesperación.