Capítulo 1

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Mierda ahora que hago estoy encuerada con un dios griego en el baño y mi novio, ay dioses ven y ayúdame y prometo portarme bien el resto de tiempo que me quede de vida.

-Oh bueno, hablamos mañana en mi casa; besos te quiero mucho-. Cuelgo sin esperar respuestas.

-Que pesar de tu novio le acabas te poner el cuerno con un desconocido -. hace la carita de perrito triste, idiota. Lo empujo y cojo lo que estaba en el lavamanos.

-Entra al baño-. Le ordeno, el me mira con picardía, idiota por mil. -Eres una mala mujer.

-Y tu un idiota; ¡entra ya!-. Me obedece. Ay dioses dame una solución rápida y alejadme de esta creación echa por usted, es como que cada uno de los dioses hubiera puesto una parte de ellos es decir la perdición de cualquier mujer o hombre.

-Kylie, ¿dónd ..e mierdas estas?- Tayler se ha pasado de copas, arrastra las palabras, comienza a abrir la puertas, aquí va a quedar lo poco de dignidad que me quedaba, si me ve en esta situación y los rumores que habrían después. Hay no trágame tierra.

-Necesito que me ayudes en algo cuando esa persona que está preguntado por mi intente abrir esta puerta invéntate algo, por favor- le susurro muy cerca, casi rosando mis labios con su oreja.

La puerta la intenta abrir -Kylie ¿estás aquí?

-Amigo, no jodas déjame echar un buen polvo-. Me mira y me guiña el ojo.
-Busca a tu novia en otro puto lado-. Le responde de una manera muy rápida y un poco coqueta al decir lo del polvo refiriéndose a mí.

-Lo siento amigo-. Cuando estoy ya segura que se ha ido abro la puerta empujo a el dios griego vuelvo y la cierro y comienzo a vestirme.

Lo mas seguro es que ya se haya ido, gracias dioses. Al abrir la puerta no encuentro nada, suelto un suspiro, saltaría pero el vestido no es muy apropiado para eso. Mi madre me va a matar este vestido no lleva ni dos días de habérmelo regalo de una de los desfiles de moda. Al salir comienzo a mandarle mensajes a Tyler , diciéndole que estoy en casa que me disculpe por no despedirme. Le mando otro a Lexi diciendo que necesitamos hablar, tengo que contarle a lo menos a alguien de lo que ha pasado hoy con este dios griego y que me de consejos de como terminar con Tayler. Guardo el iPhone y comienzo a esquivar a las personas para poder salir des establecimiento.

-Que frio- me abrazo para darme más calor, las calles están muy solas y mi casa queda en la otra parte de la ciudad, definitivamente muy lejos, debí de pensar mejor antes de venir a esta discoteca. Saco de nuevo el celular, intento pedir algún taxi pero es una pérdida de tiempo.

-Kylie- O no, en mi cabeza esta ya encendidas la letras que dicen peligro. Me volteo y veo al dios griego en un convertible.

-¿Quieres que te lleve?- después de lo que paso le diría que no pero si me quedo más tiempo en este lugar, me pasaran muchas cosas y nada agradables.

-Vivo muy lejos- le doy una sonrisa forzada. -Dale yo te llevo no hay ningún problema-. El problema seremos los dos y mucho más yo si no contengo las ganas de besarlo.

Abro la puerta de copiloto, me pongo el cinturón. - ¿Dónde vives?-. Me sonríe. Porque me tiene que sonreír, ay quedo mis ganas de serle fiel a Aaron mentalmente, aunque sea lo que queda de nuestra relación, olvidando lo que paso en el baño; obviamente.

-En el centro de la ciudad- abre los ojos. -¿Enserio?, sí que queda lejos- dice y vuelve a mirar la carretera será un viaje un poco incómodo. -¿Cómo te llamas? - le pregunto para aligerar el ambiente.

-Liam.

Me quedo callada y pongo mi cabeza en la ventanilla.

-Oye despierta- escucho la voz de un ángel, he cometido muchos pecados y he podido ir al cielo o puede ser el infierno con un hombre con una voz muy sexy que será mi perdición en este lugar. -Oye Kylie despierta- dice de nuevo la voz, voy abriendo los ojos y me encuentro al dios griego mirando fijamente.

-Umm- doy bostezo y me cubro. -No se ha dónde dirigirme- mierda no le dije mi dirección, mi madre me mata si le doy mi dirección a un desconocido con el que casi pasa algo muy indebido. Le doy la dirección para llegar al penn house donde vive Lexi, que queda unas cuadras antes del mío. Me bajo del convertible y cierro la puerta

-Gracias Liam- muevo mi mano en forma de despedida. -Me gustaría repetir lo que paso hoy - se muerde el labio, o no lo más seguro es que este como un tomate por su indebido comentario.

-Estoy muy agradecida contigo por traerme- tomo un poco de aire- pero eso no quiere decir de que yo quiera que eso se repita, tengo novio , eso nunca debió de pasar y nunca más volverá a suceder, es uno de los pequeños errores que cometemos los seres humano.

-Los nunca son las palabras más difíciles de cumplir pequeña fresita- me guiña el ojo y arranca el motor y a los poco de segundos dejo de tener visión de su convertible.

Este es el momento que me siento la mujer más feliz saben ¿porque? No es nada de lo que paso con el dios griego llamado Liam, es porque  no dormiré en la calle, mi madre no está en casa,  mis  llaves las tiene la tonta Lexi y como somos como hermana e venido a su casa y a lo menos sé dónde su mama deja las llaves de repuesto.

Debería de enumerar las cosas buenas que me han pasado hoy, de un fiesta típica a un fiesta donde hacía mucho calor. Me muerdo el labio pero de una dejo de hacer esto, o Tayler hoy te fui infiel de muchas formas me siento como una perra mala.

El hogar de mi amiga es un poco más grande que el mío, bueno miento mucho más grande que el mío, ella vive con su mamá Ella, su papá Finn y sus tres hermanas que son una ególatras e hipócritas y muchas más cosas que me hubiera gustado soltarle pero por respeto a sus padres y a su hermano menor Erik, evito decir eso delante de ellos en la universidad ya si es muy diferente, mucho para decir verdad.

Me quite el vestido y me puse una polera de Lexi. Si es muy raro que Lexi tenga tantas poleras y si son muchas y que tan misterioso que todos huelan loción de hombres. ¿Las comprara con su dinero por que le encanta?. Si claro.

El sonido de la alarma de iPhone comenzó a sonar, o vendita alarma. Busco el ya mencionado y al hacerlo mi mano se choca con otra.

-Te voy a matar pequeña Kylie- dice Lexi con la voz un poco áspera.

-Lo siento.

-Apaga eso antes de que realmente te mate.

-Eres muy malhumorada- apago la alarma y vuelvo a cerrar los ojos. Pero esto no lo puede hacer ya que su hermana Clark entra a la pieza sin tocar y chillando porque ella no habla si no que chilla, oh ¿ese sería un buen motivo para matar alguien?

-Cállate Clark- Lexi y yo decimos esas palabras al mismo tiempo

-¡No!, quiero me prestes el vestido negro que te compraste - Lexi se levanta y se quita el acolchado.

-Voy a contar hasta tres y si no te has largado publico el video de ti masturbándote cuando estabas viendo 50 sombras de grey- le anuncia mi amiga con cara de pocos amigos mientras yo me contengo las ganas de reírme , pero eso falla y me rio y miro a Clark la cual esta roja

-No lo harías- le contesta a Lexi confiada

-¿Crees que no soy capaz?-contesta ella con una sonrisa llena de maldad, o estas son las mejores parte de venir a la casa de mi hermosa amiga

-Uno- me hace una seña para que le pase su portátil que está en la mesita lo cual hago con mucho gusto y cuando ella me lo recibe la chillona sale de la pieza.

-Me tiene harta, ha dañado mi película favorita, nuestra película favorita

-Nos tiene harta, y la odio más por dañar la película de los mil deseos- dice mi hermosa amiga

-Qué asco- en algunos momentos odio mi mente o conciencia todo lo que me dice me lo imagino y si, hasta eso.

SufferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora