Jungwoo se sentía inseguro desde el primer momento en que Haechan mencionó una junta por halloween con sus amigos.
'No haremos nada malo, sólo beberemos y conversaremos de los tontos disfraces que usan los niños en la calle'.
Claro, eso nunca pasó.
Jungwoo estaba casi tiritando de los nervios, Haechan simplemente reía y continuaba besándose con Mark, su novio. No es que a Jungwoo le desagradase Mark, al contrario, aquel canadiense era bastante simpático y era un milagro que soportara al odioso de Haechan. Sólo que a él se le había ocurrido la grandiosa idea de llamar a Jaemin.
Jaemin era el mejor amigo de Mark, quien había decidido traer a Lucas, su hermanastro, y el grandioso crush de Jungwoo desde hace un tiempo.
Jaemin era simpático y divertido, pero demasiado extrovertido para el gusto de Jungwoo. Y eso lo demostró totalmente al proponer entrar en aquella casa, que según los habitantes de la ciudad, estaba embrujada.—No es buena idea. —Comentó enseguida Jungwoo. Él de verdad tenía un muy mal presentimiento sobre el lugar.
—No, no es buena idea. —Respondió Jeno, el hermano de Mark. —¡Es una excelente!
—Están locos. —Murmuró Jungwoo totalmente asustado en su interior.
—Vamos, Woo. Sólo es dar una vuelta en la casita. Nada malo pasará. —Sonrió Renjun, el novio de Jeno. Un chico quién era bastante tierno e inspiraba confianza al instante, por lo que Jungwoo decidió calmarse un poco, pero no completamente.
—Si no quieres ir está bien, Woo. Yo me puedo quedar contigo. —Sonrió Lucas intentando brindarle confianza. Oh joder, su crush le sonrió, Jungwoo creía que iba a morir ahí mismo.
¡Pero no!, se estaba mostrando débil y cobarde frente a su crush. Qué vergüenza.
—N-no. —Tartamudeó sonrojándose levemente. —Iré, sólo es una casa. —Murmuró tragando saliva a la vez que observaba aquella gran y aterradora casa. Hasta su aura gritaba; 'no entres y corre por tu vida si la valoras, maldito idiota'.
—Woo, entonces... ¿vienes? —Sonrió Lucas desde la puerta de la casa, donde ya estaban sus amigos intentando abrir la cerradura.
Observó el tétrico ambiente a su alrededor. No se veía nada bien, el aire decía que esto traería problemas, las sombras proyectadas por la oscura noche y la tenue luz de la luna de aquel 31 de octubre cantaban a coro que cosas malas iban a pasar.
Pero sin hacer caso a sus advertencias internas, Jungwoo entró junto a Haechan, Mark, Jeno, Jaemin, Renjun y Lucas, en aquella aterradora mansión en el extremo oculto de la ciudad.
—Uuuh, telarañas. —Se burló Jaemin pateando unas telarañas de la esquina de una de las paredes de lo que parecía ser la sala de aquella casa.
—¿Saben la historia de esta casa? —Comentó Haechan apareciendo de la nada con la mirada extrañamente perdida en el piso. A Jungwoo le dieron escalofríos.
—No. —Suspiró Lucas mientras se acercaba a Jungwoo y se ponía tras él de manera protectora. Woo casi moría de amor.
—Todo comenzó hace unos veinte años, antes de que esta parte de la ciudad fuera olvidada y quedara oculta como lo está ahora. —Comenzó a narrar Haechan mientras daba unas vueltas por la sala. —Una familia, conformada por tres hermanos varones y su pobre padre viudo, vivían en esta casa. —Se sentó en un viejo sofá tapado por una sábana blanca. —Taeyong, era el nombre del padre, él sólo quería lo mejor para sus hijos, aunque tuviera que usar medidas drásticas para hacerlo. Se dice que él decapitó a cada chica que rechazó a su hijo mayor, Doyoung. También que quemó viva a aquella maestra que hizo llorar a su hijo de en medio, Winwin, sólo porque le daba miedo hablar en frente de la clase. Pero lo peor que pudo haber hecho, Lee Taeyong, fue asesinar al novio de su hijo menor, junto con su propio hijo. Jisung era su hijo menor, al que más quería, se dice. Pero cuando supo de su homosexualidad. Cuando Jisung trajo a su propia casa a Chenle, su novio. No pudo evitar entrar en un ataque de rabia que lo llevó hasta lanzar a los dos niños dentro del sótano. Aquel mismo sótano donde asesinó a aquellas chicas y a la maestra. Y los mató con el hacha escuchando los gritos de agonía de su hijo y su novio. —Haechan se paró de su asiento y miró sonriente a sus amigos para luego proseguir la historia;—Pero eso no fue lo peor. Taeyong dejó una carta excusándose con que él sólo hizo algo que su padre hubiera hecho, el hombre quien lo obligó a casarse con una mujer a la cual nunca amó y con quien tuvo aquellos tres amados pero indeseados hijos, a quienes terminó asesinando en el mismo sótano. Doyoung y Winwin fueron asesinados esa misma noche del 31 de octubre de 1998 por su padre Lee Taeyong, quien se suicidó en el mismo lugar donde cometió todas sus atrocidades...
El silencio reinó en el lugar, Jungwoo estaba pálido del miedo, Lucas en medio de toda la historia había puesto su brazo alrededor de su cintura, formando un pequeño abrazo.
Repentinamente un estruendo sonó en la sala y unas sombras los empujaron causando que las linternas volaran y Jungwoo gritara de una manera para nada masculina.
Las risas de Haechan y Mark se escucharon en toda la sala.
El corazón de Jungwoo estaba a mil por hora y las lágrimas realmente querían salir de sus ojos.
—E-eso no fue divertido. —Tartamudeó Jungwoo al borde del llanto.
Un golpe sonó en el segundo piso sobresaltando a todos y parando las risas de Mark y Haechan.
Las linternas comenzaron a parpadear hasta apagarse totalmente.—Chicos... De verdad esto no está siendo divertido. —Lloriqueo Jungwoo abrazando a Lucas instintivamente.
—Pero no somos nosotros. —Susurró Haechan comenzando a asustarse.
—¿Y el resto? —Preguntó Mark abrazando a su novio.
Un grito horroroso se escuchó desde el segundo piso, mientras un estruendo horrible sonó en la escalera junto a ellos. Un cuerpo cayó repentinamente desde la misma escalera. Jeno estaba sangrando de la cabeza con un hacha clavada en ella.
—¡Debemos salir de aquí! —Gritó Haechan al instante intentando mover a Mark. Pero el canadiense sólo podía ver como su hermano sangraba en el piso ya sin vida.
Un canto fino y terrorífico resonó junto con los pasos en las escaleras. Jaemin tomó el hacha del cuerpo de Jeno y lanzó la cabeza de Renjun, la cual rodó hasta llegar a sus amigos quienes estaban en evidente estado de shock.
—Vamos chicos, ¿no son felices cómo son? —La sonrisa en la cara de Jaemin era completamente escalofriante. Se notaba que Jaemin, ya no era Jaemin.
—Los mataste... —Murmuró Mark aún en shock y totalmente pálido.
—Tú no eres Jaemin... —Gruñó Lucas furioso.
—Muy bien chico, tú debes ser el inteligente de tu grupo. —Sonrió mostrando sangre en su dentadura, como si hubiera arrancado la piel de alguien con sus propios dientes. —Los asesiné como maté a mi hijo y su novio. No puedo permitirles ser felices si yo no lo fui.
—Lee Taeyong. —Murmuró Haechan con lágrimas en sus mejillas. No podía evitar llorar del miedo.
—Muy bien, chico. Ahora diganme, ¿quién será el siguiente?
Lo único que se escuchó en los siguientes segundos fueron los gritos de agonía y dolor de Haechan al ser asesinado, y de Mark al ver morir lentamente al amor de su vida.
Jungwoo sólo podía observar todo desde su lugar, por lo que cuando fue arrastrado por Lucas hasta la puerta, sólo se dejó llevar.
—Jungwoo, corre y no mires atrás. —Susurró Lucas agitado y dolido. Había aprovechado el asesinato de sus dos amigos como distracción para escapar.
—No te voy a dejar. —Respondió Jungwoo con las lágrimas ya cayendo por sus mejillas.
—Sí lo harás. —Tomó al contrario por las mejillas para luego depositar un suave beso en sus labios. —Co...rre —Un hacha fue clavada justamente al lado de los dos chicos mientras una risueña risa se escuchaba tras ellos.
—Y diganme, ¿quién será el siguiente?
Jungwoo abrió sus ojos sobresaltado.
Observó su habitación completamente normal a su alrededor.
Tocó con sus pies el frío piso flotante y tomó su celular que vibraba con un mensaje de Haechan.
'¿Quieres juntarte hoy con los chicos por halloween?
No haremos nada malo, sólo beberemos y conversaremos de los tontos disfraces que usan los niños en la calle'.
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¿Quién será el siguiente? • LuWoo ft. NCT • Halloween Special
FanfictionJungwoo no tenía un buen presentimiento sobre aquella casa, pero aún así lo ignoró. Esa fue la peor decisión de su vida. «Relato participante en el concurso Sustos que dan gustos, organizado por @Fan-fictionEs & @lgbtqes»