Capítulo 9

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La pelicula había acabado, genial, hasta se me han saltado las lágrimas.

- Cariño, voy a comprarme algo de ropa, ¿Me acompañas?

+Claro

Entramos a una tienda en la que vendian ropa chula y nos pusimos a mirar los vestidos. De repente vi un vestido negro precioso, era sin mangas, no mucho escote, algo ceñido hasta debajo del pecho y luego hacía algo de vuelo, podría llevarlo esa noche. Miré el precio 17 euros, perfecto, agarré unas medias negras que valian 1'10 y me probé el vestido. Nada mal, se notaba que estaba adelgazando.

- Estás preciosa.

+ Gracias mi amor, me lo quito y vamos a pagar.

- De acuerdo

Tenía claro que iba a llevar el vestido con las medias puestas y mis Vans de tobillo negra, quería ser elegante.

18'10. Total gastado 34€. Despues de dar vueltas por el centro comercial mi amiga se compró una funda para el movil y yo un bolso y un collar de metal dorado que quedaba precioso con el vestido, el bolso era negro. Ir con bolso iba contra mis normas pero tenía que guardar el movil en algun lado esa noche. Subimos al último autobús y llegamos al pueblo a las 10. Corrí a mi casa y me duché, me seque el pelo y me lo alisé. Luego, me puse el vestido las medias y las vans, dejé el collar encima de la mesa y vi una nota de mi madre:

Estaré fuera durante unos días, tal vez hasta el mes que viene, te quiero
                                                                        Mamá.

Bueno, podría sobrevivir. Me peiné y me puse algo de rimel y pinta labios rosa palo muy clarito. Nunca me había puesto tan elegante. Me miré al espejo y sonreí, empezaba a gustarme. Comprobé la hora, las 23:45, perfecto. Me colgué el bolso y metí el movil, las llaves de casa, la SIM y una bolsita con los restos del nokia. Salí de casa y no se estaba mal, no llevaba chaqueta pero podía aguantarse, una noche calurosa. Me dirgí hacia la plaza y me acerqué poco a poco al banco de la mesa de ping pong, pude contemplar una figura vestida de negro, sonaron las campanas anuciando las 12 y la figura habló.

- Siéntate en el banco de delante
Esa voz me sonaba de algo.

-Bien, encima de la mesa hay un sobre marrón, quiero que te lo lleves a tu casa y no lo abras hasta la 1 de la madrugada.

Un aire frío empezó a soplar de repente y tenía frío, me abracé a mi misma.

- Vete a casa, si no te morirás de frío

+S..S... Sí

La figura se levantó, se acercó a mi y me tendío lo que parecía ser un abrigo, lo acepté y me lo puse. Cuando ya me lo hube puesto el chico había desaparecido. Cogí el sobre y me fui hacia mi casa. El abrigo olía a chico, y me encantaba. Caminaba por la calle y saqué el movil, las 12 y un minuto, vaya, no había durado mucho.

Llegué a mi casa a las 00:10, subí a mi habitación y me puse el pijama, olí el abrigo y bajé al comedor. Allí había dejado el paquete, uff, que nervios, otro paquete misterioso. Me senté en el sofá con el paquete al lado y encendí la tele. Estaban dando un programa de monologos con el que me estube riendo mucho. Ding, ding, ding, ding, ¡DONG! La campana anunciaba la una de la madrugada y algo emezó a sonar dentro del paquete, parecía ser un movil, despegué la solapa del sobre y le di al telefono verde que aparecia en la pantalla tactil de aquel iPhone de color azul.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2014 ⏰

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El chico de los ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora