31 Octubre 2013.
Halloween es todo lo que un niño desea. Estaba afuera de mi casa con Shawn y Mathew, mis dos y únicos mejores amigos. Mamá nos insistía que nos vistiéramos de algo y espantáramos niños, nosotros nos negábamos.
— Deberíamos de ir al parque a jugar algo. — Dijo Matt levantándose. — Yo invito pizza hoy, pero vamos.
— Siempre la pagas tú. — Dijo Shawn riéndose y seguí. — Vale, vamos. Alyssa te tengo que decir algo, pero espero hasta llegar allá.
— Si es acerca de que te preste dinero o mi sudadera, es un no por respuesta. — Nos levantamos a caminar.
— No eso no es. ¿Qué paso con la niña de hace meses que tiré? — Shawn me recordó a los dos hermanos guapos.
— La entregué con su respectiva familia que comía un helado.
Seguimos caminando, el parque era nuestro lugar favorito. Nuestro territorio, nuestro todo. Desde pequeños estábamos allí.
La banca donde siempre estábamos, habían dos chicos. Uno que se creía modelo y el otro, el otro estaba con su teléfono. Me acerqué…
— Hola. — Dije tranquila. — Oh Nash, que gusto volverte a ver.
— Sabía que vendrías hoy. — Sonrió y lo miré un poco raro, no raro, con miedo. — Lo lamento. Es bueno… como explicarlo, vine a pedirte disculpas.
— ¿Cómo por qué? — Me senté en el pasto. — No me has hecho nada.
— Sí, te deje parada sin decir nada, solo los tomé a mis hermanos y no volví. Ni siquiera te di las gracias por Sky.
— Ah, la pequeña Skylinn. ¿Cómo está? Vale, disculpas aceptadas… tardaste mucho. — Reí
— Bien, te hemos venido a ver. Sólo que tú no te das cuenta. — Ahora me daba más miedo. — Él es mi amigo Cameron. — El chico hizo un gesto de “Amor y paz” con la mano, se lo regresé.
Me quedé mirando a Nash, no había nada de ruido. Sólo a los pequeños conseguir dulces. Shawn y Matt estaban sentados platicando con Cameron.
— ¿No llevarás a Sky a pedir dulces? — Pregunté
— No… mamá no está en casa, Hayes se fue a una fiesta y yo aquí. — Miró el teléfono.
— ¿Y ella con quien está? — Pregunté espantada.
— Con una nana.
— Vamos por ella, yo la llevo a pedir dulces. — Me levanté y él me siguió. — Chicos, iré por la nena con Nash, los veo mañana.
— ¿Qué? Alyssa te lo iba a decir algo. — Shawn me miró, como las otras veces. Con amor.
Shawn había tratado de conquistarme, o no sé cómo llamarle. Siempre me quería ver como otra cosa, como novia.
— ¿Te puedo hacer una pregunta? — Dije para que dejara de mirar el celular.
— Ya estás haciendo una… no es verdad, ¿qué? — Sólo lo miré y esos malditos ojos.
— El día que nos conocimos, tú quedaste en shock o algo parecido… ¿qué te pasó?
— Me sentí mal, eso fue lo que pasó. Hemos llegado bienvenido. — Abrió la puerta y la pequeña gritó su nombre colgándose en sus brazos. — Sky ¿recuerdas a Aly?
— ¡Aly! Pensé que no te volvería a ver. Vamos a mi cuarto, tengo muchos caballos que enseñarte, y mis favoritos. — Me tomó de la mano.
— ¿No te gustaría ir a pedir dulces? Vamos… todos están afuera comiendo esos deliciosos y crujientes dulces. — Le dije camino a su cuarto.
— Nash no me acompaña, sólo una vez salí con Hayes porque papá le pagó. Y no tengo disfraz. — Miró a Nash. — ¿Me llevarás? Puedo ser un caballo.
— Busca tu traje de vaquera. — Sonrió y la niña corrió a buscarlo. — Y Dime Alyssa… ¿Por qué tanto cariño hacia mi hermanita?
— Es difícil de explicar Nash.
Cuando decía “Difícil de explicar” me refería no querer. No quería que medio mundo supiera que mi hermano menor murió gracias al descuido de mi abuela.
Me miraba con esos malditos ojos lindos que tanto me gustaban. Ejercían cierto poder en mí, causando debilidad aunque yo no lo llamaría así.
— Mi hermano menor murió. — Solté de la nada, él estaba buscando algo, en cuanto lo dije, dejo de hacerlo y se giró a abrazarme. — No quiero tu lastima, ni tus abrazos. — Se alejó. — No sé por qué lo dije.
— Yo moriría si le pasa algo a ella.
Quedamos en un horrible silencio.
Me senté en el suelo, él solo entro a otra habitación dejándome sola. Estaba aquí por la niña y los dulces, no por Nash.
— Te quiero mostrar algo. — Tocó mi cabeza. — Ven. — Extendió su mano y la acepté.
— Que no sea algo triste por favor.
Entré con él. Había una gran caja con álbumes de fotografías. Me senté en la cama, me quité la camisa que llevaba y tomé uno de ellos. Todas eran fotos familiares, en ninguna aparecía Nash. Imaginé que él era el que tomaba las fotos.
— ¿Por qué no sales?
— Porque yo soy las que las tomé. Me gusta recordar todos los grandes momentos en familia. Algún día me volveré loco y quiero recordar buenos y felices tiempos. — Sonreí hojeando. — Lamento haberte echo sentir que me dabas lastima.
— No te preocupes, suelo exagerar con esas cosas. ¿Dónde están todas tus novias? — Pregunté.
— ¿Fotos?
— Aja.
— No tengo, de ellas no. — Reí. — Son demasiadas como para tener álbumes.
— ¿Has tenido muchas novias? Entonces eres un casanova.
— Se echó a reír. — No, sólo he tenido, digamos dos novias. ¿Tú cuantos?
— Sólo uno. — Comenté sonriendo. — Su nombre era…
— No quiero saber su nombre, nada de él. — Me levanté de la cama.
— ¿Con cuántas chicas pierdes el tiempo Grier? — Me acerqué hasta él, tratando de ponerlo nervioso.
— Con ninguna. No hay chicas que me llamen la atención como para perder el tiempo. Sólo lo hago con mis amigos. Contigo, estaría dispuesto a desperdiciarlo.
La nerviosa era yo, ahora.
*VOTOS POR FAVOR*
XOXO.
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Blue Eyes | Nash Grier |
Fanfiction¿Qué harías si encuentras a una persona en el parque y crees que jamás lo volverás a ver? Y te equivocas pensando éso. Él te encuentra.