En una noche obscura, hace 16 años, una gata blanca escapa de un laboratorio, llegará a un lugar que le inspira confianza, y ahí se verá, con el tiempo, que era mucho más de lo que parecía...
Está cayendo la tarde en la ciudad, la luz del día comienza a esfumarse, y en medio de esos tonos grises del atardecer dos amigas caminan despreocupadas por las calles semivacías, platicando de los sucesos del día, bromean y ríen con esa inagotable energía de la juventud... Tal vez una mala idea, atraen la atención de un grupo de malvivientes, que sin muchas palabras de por medio, las amenaza con armas blancas, una de ellas no puede controlarse y grita...
De pronto, de un poste cercano, una extraña substancia parece escurrir, lo hace a una velocidad inusual, para cuando se dan cuenta un extraño ser de apariencia algo escuálida y piel blanquecina se interpone entre las chicas y los sujetos...
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El que parece ser el jefe tira un navajazo, que da en su objetivo, lo que al recién llegado no parece afectarle, más tajadas son realizadas, pero el tipo huesudo las esquiva con movimientos bastante inusuales, al final el jueguito parece cansarlo, y se lanza contra estos, los envuelve con su cuerpo, que se convierte en una enorme pelota, que se eleva en el aire, para luego caer violentamente, el impacto es tremendo, la cosa chiclosa se aleja tal como llegó, ante el asombro de las jóvenes...
Mientras los bandidos yacen noqueados en la banqueta alguien llega, alguien cuyo aspecto impresiona también a las chicas, la recién llegada pregunta si el huesudo ya ha partido, las jovencitas asienten...
-¡Me la volvió a hacer!... ¡Yo siempre he presumido de ser veloz, pero este sujeto siempre va por delante de mi!... ¡Tendré que ponerle un cascabel o algo por el estilo!...
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A lo lejos ya comienzan a sonar las sirenas, la justicia llega por los ladrones caídos...
En el Gimnasio Ursus el ruido de sirenas apenas si se alcanza a escuchar, están algo lejos del lugar de los hechos, El turno de Melaza, y la recién integrada Jackie ha terminado, y Maya sólo espera a que salgan de las regaderas para cerrar, dado que ya no queda nadie en el gimnasio, y no espera a otra persona más, Jackie y Mel salen, listas para volver a casa...
-¿Son patrullas lo que se escucha a lo lejos?...
-Así parece, Jackie -Dice Melaza mientras su orejitas se paran para tratar de apreciar mejor -Pero más bien ya se fueron, se oye que van rumbo a la delegación...
