Qué mal se siente escuchar a las personas hablar de las metas que tienen y que coinciden con las que también eran tus metas.
Qué mal se siente y a la vez que bien porque te alegras de que esas personas si tengan aún esas aspiraciones, además de tienen la valentía suficiente para hacerlo.
Qué mal me sentí al escuchar esa plática el día de hoy.
Me sentí muy mal porque yo dando quejas de algo que a comparación de los problemas que ellos tienen son minúsculos, pero también me puse a pensar en que cada persona tiene problemas en la medida que pueden manejarlos.
Y me sentí bien conmigo misma porque sé que sigo progresando, en mis medidas, pero lo hago.
Mis medidas son pequeñas en algunas cosas, en comparación con otras personas, pero trató de ser feliz porqué como me lo dijo una persona: "querer ser quien eres, querer estar donde estás, querer hacer lo que haces y hacerlo bien".
Esas palabras me motivaron y ahora pienso en ellas cada vez que algo no está tan bien en mi día.