Hace algunos días me sentía un poco perdida, sentí que la vida pasaba frente a mi y yo no podía hacer nada para que se detuviera, para que me esperara o poder ser participe de ella y todo lo que conlleva.
Ya no quería perder más el tiempo.
Ya no quería saber nada del mundo que nos rodea.
Ya no quería ser participe de la monotonía.
Sentía que el grupo que al inicio quería que cambiara, quería cambiarme otra vez y eso me daba mucho miedo.
Me daba pavor enterarme que ya no era más participe del grupo, me asustaba que llegara el mensaje a mi cerebro y dijera: "A ellos ya no les agrada lo que eres ni lo que haces".
Después de analizar las cosas, la situación, las personas que me rodeaban me dí cuenta de que desde el inicio no era necesario que cambiara.
No era necesario que yo cambiara porque yo los acepte tal y como son y ellos no hicieron el esfuerzo de un cambio por alguien que se tuvo de adaptar.
Ellos jamás valoraron mi gran sacrificio de callar lo que pasaba por mi mente todos los días.
Ellos no se daban cuenta de que sus comentarios eran navajas afiladas que se incrustaban en mí.
Ellos nunca notaron todo el daño que a mi seguridad le causaban.
Ellos jamás se dieron cuenta de la magnitud de lo que salia de sus bocas.
Ellos nunca lo supieron y fue mi culpa por no hablar, pero, ¿qué se espera una adolescente al expresar sus sentimientos? lo único que yo esperaba eran más burlas y más críticas.
Mi error fue callar, pero no me arrepiento pues a causa de ello ahora tengo una postura más firme de lo que quiero.
Y aunque ellos jamás se den cuenta de todo lo que sentía, siento y sentiré. [Porque no pueden ponerse en mi lugar, ellos no pueden sentir lo que yo siento, ellos no me comprenden y es comprensible porque lo que siento es irrepetible en otra persona] son personas irrepetibles al igual que yo.
Yo soy única y la forma en la que siento las cosas también son únicas.
No somos iguales al resto, pero tampoco por ello algunas personas traten de pasar sobre otras.
Tú jamás sentirás lo que ellos y ellos jamás sentirán lo que sientes.
Trata de vivir con lo que sientes, pero no te lo quedes dentro, pues será aun más toxico cuando sea el momento de explotar.
