1 - Siempre estás en ellos

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Hace dos meses empecé a trabajar en esta compañía, como jefe de la marina... Que digamos mi trabajo era divertido cuando debía entrenar a los velociraptors, aburrido y pesado se me hacía ver a la gerente Claire Dearing, con su atuendo aburrido de oficina y un par de papeles que debía resolver yo en sus manos, pero debo ser sincero, Claire me tiene loco, aún que con tan solo verla me de jaqueca, por el simple hecho de que juega sucio conmigo, obviamente jamás me he quedado atrás, siempre le he seguido el juego, no siempre han terminado en risas, sino más bien en miradas expresando odio hacia los dos...

Había despertado temprano solo para terminar los itinerarios que Claire me había dejado hace un día atras. Estaba tan concentrado leyendo cada párrafo con mi taza de café a medio beber en la mano, hasta que oí pequeños puñetazos en la puerta...
Me acerqué a la pequeña ventana que daba a la entrada de mi bungalow, y ahí estaba Claire, esperando a que la recibiera con otro cuántos papeles más en las manos...

- Mrs. Grady...

- ¿Cuántas veces debo decirte que soy Owen?.

- Dime las veces que tú quieras, seguiré diciéndote Mrs. Grady. Vengo a dejarte estos itinerarios, ya los he analisad...- no deje que terminara de hablar.

- Espera... Acabo de levantarme para poder terminar con los que me haz dejado ayer y ya traes más...

- Soy rápida...

- Me di cuenta. Pasa y dejamelos sobre la mesa... ¿Café?.

- No pasaré, debo irme...

- Entras a trabajar a las 9, son las 8...

No respondió y pasó...

- creí que esto sería un chiquero...

- Pues creíste mal, soy ordenado, pasa que no vienes muy seguido y no pasas nunca...

- Sabes que no tengo tiempo...

- ¿Para mi?.

- ¿Quién eres? ¿El centro del mundo?.

- Bueno... Creo que soy la única persona con la que hablas...

- No es así... Zara es mi amiga.

- No mientas Claire, Zara no es el tipo de persona con quién pasarías el tiempo...

- ¿Y tú si?.- levantó el mentón y lanzo una mirada desafiante.

- Si... En este precioso momento estamos pasando el tiempo juntos.

- Pues ya no...- se dió la vuelta y quiso abrir la puerta, pero estaba con traba, le costó millones abrir la puerta de los nervios.

- Es para el otro lado Claire...- al fin pudo abrir la puerta y suspiró.

- Te veo... No lo sé...

- Está noche.

- En tus sueños...

- Siempre estás en ellos.- sus mejillas de tes blanca como la porcelana se volvieron rojizas como su cabello.- entonces esta noche, en...

- Hace unos días abrieron un estar para jugar a juegos de máquina etc, es cafetería también...

- Entonces 20:30 nos vemos allí...

- Sino queda de otra...- reí al escucharla.

Claire sé acercó y beso mi mejilla, dió la media vuelta y se largó dejando rastros de su perfume por todo el bungalow... Era llamativo y dulce, como la vainilla... Y sin dudas era de vainilla.

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