Percibió el rechinar de la puerta.
Eran aproximadamente las 3 A.M. y apenas llegaba su marido de fiesta.
Sintió como se posicionaba justo detrás de ella y con su mano izquierda la atraía hacia el para acurrucarse.
<<Esta muy helado>> pensó para si misma.
Era demasiado noche para conseguir respuestas de un ebrio, prefirió seguir con sus ojos cerrados.
El sonido del celular la despierta de nuevo, había pasado media hora desde que se volvió a dormir.
Era un mensaje del celular de su madre.
"Querida me quedaré en casa de tu madre hoy, me asaltaron y me robaron todas las pertenencias. No te asustes todo estará bien".