Cap 13. Nace la muerte

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Narra Autora:

Después de haber dicho eso, la sombra dejó ver su mano y chasqueó sus dedos y en un instante ambos estaban frente a una cabaña en el medio de un bosque distinto

-¿Qué sucede? Esto no es lo que deseé- Alma le encaró a la sombra con un semblante disgustado y furioso

-Tú deseo fue "Deseo volver con mi padre", pero nunca especificaste cuál padre –empieza a caminar hacia la cabaña dándole la espalda a Alma, pero ella le sigue

-¿A qué te refieres con "cuál" padre? Es obvio que me refiero a mi padre Thanatos, dijiste que lo conocías.

-Así es, conozco a tu "padre" Thanatos y a tu verdadero padre-se detiene y se hace a un lado dándoles a Alma una clara visión de un hombre viejo cortando leña quien al parecer no se dio cuenta de la presencia de ambos.

-Imposible-empieza a retroceder unos pasos mientras se niega en voz alta- este hombre no es mi padre, es imposible, yo nací en los campos elíseos

-¿Y por qué sigues viva?

-¿Qué?-arquea la ceja

-Los campos elíseos son para las almas y los dioses inmortales, y tú eres una simple humana que ha sido engañada toda su miserable vida por la supuesta gente que dice que te quiere y ama

Alma siguió retrocediendo hasta que se tropezó con algo y después de levantarse decidió empezar a correr pero aún escuchaba una voz haciendo eco en su cabeza

Narra Alma:

Después de haberme ido no dejé de correr pero su voz seguía en mi cabeza, ¿Cómo es posible que mi padre fuera un humano?¡ Mi padre Thanatos me ha cuidado desde que nací y junto con mi tío y mis primos he tenido un vida feliz y alegre pero esto simplemente debe ser un engaño, ese hombre me estafó y ahora no tengo el medallón que me dieron al nacer, eso era el único recuerdo que tenía de mi hogar y mi familia...

-Sabes que no puedes huir ¿verdad? – y ahí está, justo frente mío se encuentra el responsable de mis dudas

-Déjame, eres un vil estafador, me engañaste

-Yo no te he mentido Alma, no es mi culpa que Thanatos te haya engañado y alejado de tu verdadera familia- se empieza a reír por lo bajo

-Es mentira, mi padre nunca me haría eso-cierro mis ojos y volteo disgustada a otro lado con mis brazos cruzados

-¿Quieres comprobar?- siento su presencia cerca de mí, acaso este no conoce el espacio personal

-No es necesario comprobar nada, ya sé la verdad, Thanatos es mi padre y tú me estás engañando, aléjate no quiero saber nada de ti y devuélveme mi medallón

-En serio piensas eso...bueno...Apostemos- le dirijo la mirada pero aún desconfiada- si tú tienes razón te devuelvo el medallón y te dejo volver a casa con Thanatos...pero si yo gano me darás lo que yo quiera-me da la mano

-Está bien, ganaré ya lo verás-estrecho su mano

-Muy bien..que inicie jejeje-veo que empieza a desaparecer.

El lugar empezó a volverse oscuro hasta rodearme completamente, un extraño rayo de sol me cubría por completo dejándome ver que estoy en la misma nada.

-Muy bien princesita, que comience la apuesta—el aparece frente a mí y con su mano derecha crea una esfera de luz color azul y dentro de ella veo a mi padre y a ese hombre humano.

-¿Qué sucede ahí?

-Verás Alma, tú eres simplemente una ofrenda que se le entregó a Thanatos a cambio de devolverle la vida a tu madre, la cual murió después de tu nacimiento- habla mientras veo como mi padre revive a esa mujer

-Solo salvó a una mujer, eso no comprueba nada

-Sigue mirando- después de que le salvó a esa mujer veo que habla con ese humano y muestra el medallón- en este momento Thanatos le dice al hombre que cuando nazca la criatura deberá darle esto.-alza mi medallón.

-Ni que el medallón fuera único en su clase, puede haber otros

-Pero este es único ya que su escritura es "Yours ever" que significa "tuya siempre", tú simplemente eres algo sin valor, pero Thanatos tenía tanto deseo de por fin liberarse de la soledad que decidió usarte y engañarte para que creyeras que eras su hija, y gracias a este medallón podrías estar incluso viva en los elíseos...

Él seguía hablando, eso no me interesó pero seguía en shok, mi supuesto padre me alejó de mi verdadera familia y me engañó toda mi vida, me sentí mareada y caí al suelo sosteniéndome por mis brazos, sentí el aire pesado y es cuando veo que él se acerca a mí y me susurra "He ganado, y lo que deseo es tu vida"..mis parpados se cerraron pero pude sentir un inmenso dolor antes de perder la consciencia.

Al despertar me sentí un poco abrumada, con un poco de esfuerzo me levanté del suelo, por lo que distinguí estaba en medio del camino, a lo lejos distinguí una carreta y no cualquiera, era la de Felipe, gracias a los dioses, entonces todo lo que pasó fue un sueño, me dirijo hacia él pero por alguna extraña razón una niebla densa apareció y me está siguiendo hasta rodearme junto a Felipe.

-Felipe, me alegra verte de nuevo- intento llamar su atención pero el empieza a temblar y voltea a verme pero se cae de bruces al suelo

-Por favor¡ Tenga piedad de mi alma¡ Solo estaba buscando a una joven que escapó del pueblo¡ Por favor¡ No quiero morir¡ - Felipe comenzó a suplicar llorar por su vida, pero ¿por qué? Acaso no recuerda que soy yo.

Me acerco un poco más a él pero él retrocede y una ráfaga de viento aparece, el frío no era de esperarse, estaba confundida, me acerco más y cuando le toco el hombro....la sangre empezó a salir de su boca, su piel se puso pálida de inmediato y en un instante su cuerpo cayó a mis pies, no dudé en escapar de ese lugar y me adentré en el bosque, estaba asustada, intenté ir al lugar donde estaba antes, aquel bello prado de flores, necesitaba un poco de paz pero siento algo pesado en mi espalda.¡¿Acaso es una guadaña?¡ Estaba sujeta a mi espalda, era alargada y ..estaba manchada de sangre, en el filo de la hoja se deslizan unos delgados hilos de sangre y estaba goteando, al desenvainar la guadaña la tiré al suelo y continué con mi carrera, empezaba a hiperventilarme, nunca corrí demasiado pero por fin llegué al bello lugar.....o eso esperaba.

El lugar estaba seco, el verde césped era ahora de color gris y las hojas estaban regadas, todas secas y negras, el lago era ahora un simple agujero en la tierra, las flores....no había ninguna, ni un pétalo, ese bello lugar había..muerto ante mis ojos, en menos de un segundo volvió la densa niebla y el escalofriante viento, pero esta vez vinieron cuervos negros con plumas grandes, 5 de ellos venía volando hacia mi dirección trayendo en sus patas la guadaña con sangre pero esta vez no había solo sangre, sino también hojas y algunos pétalos marchitos.

No sabía que sucedía, todo esto me aterró, de repente mi vista se niebla y empiezo a ver todo borroso hasta empezar a ver nada...todo era oscuro, aún estaba consciente pero no veía nada, podía escuchar el ruido y cantico siniestro de los cuervos, sentía el frío viento y la humedad de la densa niebla, aún en mis manos tengo sujeta la guadaña, intento moverme pero me golpeo con todo, la angustia me comía, pero luego escucho una voz, era una voz demasiado familiar...

-Hola Alma, bienvenida a tu nueva vida jajajaja- era la misma sombra que me engañó, lo único que escuchaba era su repetida risa hacia mí haciendo eco.

La dama Muerte (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora