Solo quería llorar,en realidad era lo único que podía hacer. El nudo en su garganta no lo dejaba respirar. Llevaba tiempo esperando a que este momento llegara, sabía que por mucho que se amaran lo suyo no era correcto pero no podía controlarse,le dolía como si estuviera en el mismísimo infierno,lo que sentía no se asemejaba a nada que anteriormente hubiera vivido.
Él siempre había sido un chico querido, aunque no de la forma en la que él quería.
La gente no solía ver más que un rostro bonito. Siempre se hablaba de su belleza tan particular o del encanto de sus labios gruesos, pero hasta ahí llegaban las personas a su alrededor, se estancaban en la primera impresión: un chico guapo y que es capaz de atraer la atención de muchas fans, pero nada mas que eso.
Hasta sus propios compañeros al principio tenían esa imagen de él, simplemente alguien con buenas cualidades, pero que no merecía robarles el puesto sólo por su físico. Un rival débil y fácil de derrotar.
Hyungwon se creó su propia coraza, mucho más fría, refugiándose en sí mismo, sólo para poder sobrellevar el daño que le hacían los comentarios que le asfixiaban.
Poco a poco, él terminó creyendo eso también, que era sólo una cara bonita, una que no otorgaba riqueza al grupo. Muchas fueron las veces en las que pensó en dejarlo, centrándose sólo en lo malo, encerrándose en los comentarios negativos, cegándose.
Pero antes de caer en un pozo sin fondo, llegó el que sería su héroe.
Hoseok fue el primero en ver llorar a Hyungwon por sus problemas, aunque en ese momento no supo como manejar la situación ya que se le hacía raro ver esa faceta del chico que tanta curiosidad le creaba.
Esa noche, tras una larga y melancólica conversación, Wonho cayó enamorado de cada parte de Hyungwon, no solo de su cáscara. Quedó fascinado con semejante persona y se propuso estar a su lado para ayudarle con sus inseguridades. Quería que Hyungwon comprendiera que se merecía las cosas buenas que le pasaban.
El vínculo de ambos se hizo más grande y, día tras día, Hoseok conseguía que su compañero abriera un poco más sus ojos.
Hyungwon se empezó a considerar una persona con suerte, no todas las personas llegaban a encontrar a un héroe como Wonho, y continuamente agradecía al mundo por haberle guiado hasta el que acabaría siendo el amor de su vida.
Antes de que empezaran a salir, durante el dulce cortejo, Hyungwon tuvo un repentino bajón. Llevaba muchos días sin poder conciliar bien el sueño y, tras leer un par de comentarios de haters, empezó a caer en pensamientos negativos de nuevo.
En ese momento escribió su carta de renuncia, la cual dejó en la cocina rápidamente, mas un mensaje para sus fans explicando que no las merecía, ni a ellas ni a la fama que estaba consiguiendo.
Lloraba sin parar mientras empaquetaba. Su único pensamiento era huir,dejar de hacerle mal a sus compañeros y al grupo... Pero antes de poder salir por la puerta llegó al que él llamaba "su salvación".
Invadido por la rabia, esa noche Wonho rompió frente a Hyungwon la estúpida carta de renuncia, limpió sus lágrimas, y le mostró lo que era el amor como nunca nadie lo había hecho.
Aquel fue el momento en el que Hyungwon se sintió verdaderamente valorado y amado, el día en el que aprendió a amarse a sí mismo y la primera vez que Wonho le hizo el amor.
Los altibajos hicieron que su relación se volviera mas fuerte e íntima, ya que, mientras estuvieran juntos, podrían vencer todas sus inseguridades y ser la mejor versión de ellos mismos.
Poco a poco las cosas se volvían más serias en lo respectivo a su carrera, la fama empezó a golpearlos y cada vez Hyungwon se sentía mas amado por las fans ya que, gracias a Wonho, había aprendido a que tenía que amarse a a sí mismo primero para que los demás pudieran amarlo de verdad.
Pero aunque todo iba de bien a mejor entre ellos las peleas con la empresa nunca faltaban, hasta con algunos de sus compañeros cuando el cansancio y el estrés los llevaban a su límite. Todos tenían miedo de que la bomba fuera descubierta.
Hyungwon amaba a Wonho mas allá del simple amor de un noviazgo. Si no hubiera sido por él, nunca habría podido realizar sus sueños, estaría arrepintiéndose de cada error en su vida y desvalorizándose a si mismo, perdiendo la sonrisa.
Hoseok le había dado todo en el mundo y Hyungwon nunca tendría las palabras suficientes para agradecérselo. Wonho siempre sería el dueño de su corazón porque lo que se da no se puede quitar.
Al fin había llegado el momento,el que esperaba desde hace tiempo pero el que tanto daño le hacía, su relación había sido oficialmente cortada.
Nada se sentía real, no podía ser tan fuerte como él quería, sus emociones le habían sobrepasado haciéndole ser lo que el menos quería, una carga más para Wonho.
Así que todo se había terminado, tras un año y medio Hyungwon había caído otra vez, pero esta vez no tenía a nadie que lo sujetara, ahora se precipitaba a gran velocidad sin su salvavidas.
Ese día se despedía de la persona que le enseñó a amarse, quien lo había salvado, se despedía de su héroe... Acababa de perder al amor de su vida y con él a una parte de sí mismo.
